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Alfa en renta fija: por qué la consistencia es el verdadero diferenciador
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junio 12, 2025
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Alfa en renta fija: por qué la consistencia es el verdadero diferenciador |
Resumen
En la inversión en renta fija, los argumentos a favor de la gestión activa son claros y, a diferencia de lo que ocurre en la renta variable, no están sujetos a debate. Las ineficiencias estructurales, un mercado fragmentado y la presencia de participantes no económicos crean oportunidades persistentes para que los gestores cualificados obtengan rentabilidades relativas positivas. Pero, si bien las estrategias de renta fija de gestión activa suelen superar a las de gestión pasiva con mayor frecuencia que las estrategias de renta variable de gestión activa1, el verdadero desafío radica en ofrecer esas rentabilidades superiores de manera consistente: algunos gestores pueden ofrecer una rentabilidad sobresaliente en un año, solo para caer al final del grupo al año siguiente. Esta inconsistencia subraya la importancia de un proceso repetible y consciente del riesgo. Este blog analiza por qué el alfa de renta fija es tan difícil de mantener —especialmente durante periodos volátiles— y describe un marco práctico sobre cómo los gestores activos sólidos abordan la incertidumbre y ofrecen rentabilidad ajustada por el riesgo.
En la inversión en renta fija, existe poco debate: la gestión activa supera consistentemente a la gestión pasiva2. A diferencia de la renta variable, donde el debate entre gestión activa y gestión pasiva sigue siendo controvertido, los mercados de renta fija son estructuralmente menos eficientes y más fragmentados y están muy influidos por participantes no económicos como bancos centrales y compañías de seguros. Esto crea oportunidades persistentes para que los gestores cualificados crean valor añadido.
Los gestores activos de renta fija se benefician de un conjunto de oportunidades más amplio, incluidos los sectores ajenos a los índices de referencia. Creemos que las inversiones atractivas se encuentran más allá del índice típico, como el índice US Aggregate, que representa menos de la mitad del universo de renta fija y no incluye sectores atractivos como los MBS de no agencia, la deuda pública, el crédito ‘high yield’, etc.
Los gestores activos de renta fija también se benefician de nuevas emisiones y pueden ajustar dinámicamente las carteras en respuesta a las condiciones cambiantes del mercado, aprovechar las dislocaciones y gestionar el riesgo con mayor precisión. Las estrategias pasivas, por el contrario, a menudo se ven obligadas a evadir la volatilidad y aceptar precios de mercado.
De hecho, durante la última década, los gestores activos han superado a los fondos pasivos en 84 periodos consecutivos de tres años, alcanzando un promedio del 87%3.
Sin embargo, si bien la gestión activa de renta fija supera a la gestión pasiva en general, la consistencia en la parte superior es esquiva. Es particularmente difícil que los fondos individuales permanezcan en el cuartil superior del universo de bonos core plus de gestión activa, especialmente, durante periodos de volatilidad sustancial. Por ejemplo, en uno de los estudios que llevamos a cabo siguiendo a 102 fondos intermedios core plus estadounidenses y analizando la rentabilidad ajustada por el riesgo (medida por el ratio de información), solo 7 se mantuvieron en el cuartil superior desde 2019 hasta 2014. Entre todos los fondos con activos gestionados por valor de 10.000 millones de USD o más, solo 2 encajan en esa categoría. De hecho, la mitad de los fondos del cuartil superior de 2019 cayeron dos o más cuantiles en cinco años.
La volatilidad está aumentando, al igual que los desafíos
Los periodos de volatilidad son cada vez más frecuentes, más intensos y más cortos. El viento de cola estructural de los bonos de larga duración se ha desvanecido con el final de un mercado alcista de 40 años. En este entorno, una gestión activa sólida se vuelve no solo ventajosa, sino esencial. Cuando la volatilidad se dispara, la capacidad de identificar dislocaciones, gestionar el riesgo de caídas y reposicionar dinámicamente las carteras es fundamental para superar a los comparables.
Nuestra receta para lograr un alfa constante
Cabe destacar que todos estos elementos solo se pueden lograr con un equipo sólido de analistas y recursos sustanciales. La generación constante de alfa en diferentes entornos requiere tanto experiencia macro como una rigurosa selección de acciones 'bottom-up'.
Algunos ejemplos de cómo los gestores top generaron alfa
Conclusión
En un panorama de renta fija definido por una volatilidad creciente, una reducción de los márgenes de maniobra y regímenes macroeconómicos cambiantes, la defensa de la gestión activa no sólo es convincente: es esencial. Si bien las estrategias de gestión activa cuentan con un historial demostrado de rentabilidades superiores a las de gestión pasiva, no todos los gestores activos son iguales. La inconsistencia en la rentabilidad que encontramos subraya la importancia de un proceso repetible y consciente del riesgo. La generación sostenida de alfa requiere más que una buena operación; demanda un equipo sólido y bien dotado de recursos, con conocimientos tanto macroeconómicos como una profunda experiencia en la selección detallada de acciones 'bottom-up'. Es la combinación de gestores experimentados, grandes equipos globales y una ejecución precisa lo que permite que la rentabilidad persista a lo largo de los ciclos.
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Head of Broad Markets Fixed Income Team, CFA
Broad Markets Fixed Income Team
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Managing Director, CFA
Broad Markets Fixed Income Team
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