Perspectivas
Escenario de tranquilidad
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Global Fixed Income Bulletin
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diciembre 12, 2025
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diciembre 12, 2025
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Escenario de tranquilidad |
Noviembre pareció tranquilo en la superficie, pero bajo esa calma, los mercados globales de bonos gubernamentales se estaban recalibrando silenciosamente En todo el G7, las rentabilidades se movieron lateralmente mientras los inversores asimilaban señales típicas de final de ciclo, datos incrementales y el ruido político habitual. Sin embargo, un segmento concreto trató de diferenciarse constantemente: los bonos del Tesoro estadounidense lograron cerrar el mes con una ligera caída en la TIR, incluso cuando los Bunds, Gilts y JGBs repuntaron levemente Sin embargo, el verdadero relato se centró en la evolución de las expectativas en torno a la Reserva Federal, donde la convicción, las dudas y, en última instancia, la claridad se materializaron en rápida sucesión.
Fuera de Estados Unidos, los mercados se comportaron como si estuvieran recuperando el aliento. La mayoría de las curvas de los mercados desarrollados subieron ligeramente en rentabilidad, reflejando dinámicas locales de oferta y una comunicación constante de los bancos centrales, más que cualquier gran choque macroeconómico. Por el contrario, los bonos del Tesoro estadounidense recuperaron silenciosamente la posición de liderazgo dentro de los tipos del G7, respaldados por un mes que comenzó con confianza en un recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal en diciembre, dudas ante la ausencia de datos en el transcurso y un giro decisivo al cierre una vez que finalmente se conocieron con retraso indicadores relevantes.
La evolución de las expectativas de la Reserva Federal condicionaron todo el mes. A comienzos de noviembre se abrió con un tono ligeramente acomodaticio, y los mercados descontaron con confianza un recorte en diciembre, ya que las tendencias laborales más suaves y la desinflación sostenida mantuvieron intacta la narrativa de final de ciclo. Pero el cierre del gobierno estadounidense detuvo abruptamente la publicación de más de una docena de indicadores clave —desde el IPC y las nóminas hasta las ventas minoristas y el PCE— creando un inusual vacío de datos. En ausencia de pruebas sólidas que confirmaran una mayor ralentización, los inversores se volvieron cada vez más cautelosos; las probabilidades de recorte cayeron por debajo del 30% y las TIRes de los bonos del Tesoro se situaron cerca de máximos locales1.
Todo cambió una vez que finalizó el cierre del gobierno. A medida que las agencias publicaban grupos de datos retrasados, el panorama macroeconómico volvió a ser el centro de atención. En cuanto a mano de obra, consumo, actividad, vivienda y precios, el mensaje fue coherente: la economía se estaba enfriando de manera ordenada y la inflación seguía bajando. Ninguna publicación individual cambió el rumbo, pero el peso acumulado de la información devolvió la convicción. En cuestión de días, las probabilidades de un recorte de los tipos de interés en diciembre repuntaron hacia el 80%, las expectativas de tipos a plazo disminuyeron y el tipo del Tesoro a 10 años se moderó hacia el 4,00%.
En retrospectiva, noviembre se definió menos por grandes movimientos de mercado que por la transición que marcó. Después de semanas operando con información parcial, los inversores finalmente recibieron la confirmación necesaria para inclinarse hacia una senda de política más acomodaticia. A finales de mes, el mercado estaba preparado no solo para un recorte del precio del dinero en diciembre, sino también para el ciclo de flexibilización general que previsiblemente se prolongará en 2026.
Crédito corporativo:El crédito corporativo tuvo un mes variado; los diferenciales del crédito ‘investment grade’ se ampliaron por una oferta elevada y un sentimiento más débil, el crédito ‘high yield’ recuperó la volatilidad inicial apoyado por una oferta neta negativa, y los convertibles tuvieron una rentabilidad relativa inferior, ya que el tono temático de aversión al riesgo afectó a las estructuras vinculadas a acciones, incluso cuando la emisión se mantuvo sólida.
Productos titulizados: Los diferenciales de las titulizaciones hipotecarias sobre inmuebles (MBS) de agencia se mantuvieron estables en niveles históricamente amplios, mientras que el crédito titulizado obtuvo una rentabilidad ligeramente superior gracias a un ‘carry’ más sólido y unos fundamentales estables en el complejo de MBS residenciales, titulizaciones de activos (ABS) y MBS comerciales de mayor calidad2.
Bonos municipales (imponibles y no imponibles): Los bonos municipales imponibles registraron resultados sólidos en línea con la renta fija de alta calidad en general, respaldados por factores técnicos favorables y condiciones de crédito estables, mientras que los bonos municipales no imponibles quedaron rezagados tras un periodo prolongado de rentabilidad relativa positiva.
Perspectivas para la renta fija
Dado que los bancos centrales global siguen avanzando en el ciclo de flexibilización monetaria, los mercados de renta fija están entrando en una fase que presenta más matices. Las señales de política se han vuelto menos uniformes y, aunque la inflación sigue tendiendo a la baja, el momentum del crecimiento se está moderando de forma desigual entre regiones. Este contexto refuerza la importancia de mantener la flexibilidad y destacar la renta de alta calidad conforme los mercados se ajustan a la dinámica cambiante de oferta-demanda y recalibran las primas a plazo.
En los mercados desarrollados, mantenemos una postura neutral en cuanto a la duración, mientras expresamos opiniones selectivas sobre la curva y entre mercados. En Estados Unidos, seguimos favoreciendo las estructuras de ‘steepening’ de la curva, ya que las valoraciones a largo plazo siguen siendo sensibles a la evolución de los factores fiscales y de oferta. Las divergencias regionales presentan una oportunidad: seguimos infraponderados en Canadá con respecto a Estados Unidos a medida que madura su ciclo de relajación, confiamos en la deuda pública británica tras las señales fiscales mejoradas y percibimos valor relativo en Australia frente a Nueva Zelanda. Japón sigue siendo el valor atípico clave, donde el aumento de las primas a plazo y la evolución de las expectativas de política respaldan las posiciones cortas en duración y el posicionamiento constructivo hacia las tasas de inflación implícitas.
Los mercados de crédito encaran el final del año con una sólida base fundamental, pero una amortiguación de valoración limitada. En el caso del crédito ‘investment grade’, el carry sigue siendo atractivo, respaldado por balances conservadores y un moderado riesgo bajista, si bien una fuerte emisión y una mayor actividad de fusiones y adquisiciones hacen recomendable la selectividad. Los diferenciales ‘high yield’ siguen cerca de mínimos posteriores a la crisis y, aunque la resiliencia a los beneficios proporciona apoyo, las tendencias laborales más débiles y la presión sobre los consumidores de menor renta exigen una selección disciplinada de emisores. Los bonos convertibles siguen ofreciendo una convexidad atractiva, si bien las elevadas deltas subrayan la necesidad de enfatizar estructuras equilibradas con suelos de bonos firmes.
Los productos titulizados siguen bien posicionados, en particular, los MBS de agencia y el crédito hipotecario residencial, donde las valoraciones y los fundamentales son favorables y los factores técnicos siguen mejorando. Prevemos que los diferenciales de los valores de agencias se estrecharán gradualmente a medida que la demanda de los bancos y los compradores de valor relativo se fortalezca, aunque la normalización total podría darse en las últimas etapas del ciclo de flexibilización de la Reserva Federal. Por el contrario, mantenemos la cautela en áreas vinculadas a la tensión de los consumidores y en subsectores de CMBS que se enfrentan a retos estructurales, incluso aunque la rentabilidad operativa en segmentos de mayor calidad sigue siendo resiliente.
Los bonos municipales imponibles siguen ofreciendo un valor relativo atractivo, respaldados por unos fundamentales de crédito estables, una oferta manejable y una demanda institucional constante. Dado que la incertidumbre política sigue siendo un impulsor clave de los tipos, mantenemos una postura de duración de tipos ligeramente más corta, aprovechando al mismo tiempo las atractivas TIRes absolutas.
En general, esperamos que el carry y la renta sigan siendo los factores que más contribuyan a la rentabilidad a medida que los mercados aborden la transición hacia 2026. Con valoraciones ajustadas en muchos sectores y visibilidad de política limitada, la selección disciplinada de acciones, la diversificación y un enfoque renovado hacia la calidad siguen siendo esenciales.
Tipos y divisas de mercados desarrollados
Análisis mensual
Los activos de riesgo se agitaron a principios de noviembre, ya que las preocupaciones sobre las valoraciones excesivas de la tecnología estadounidense coincidieron con un tono más restrictivo en la comunicación de la Reserva Federal. Las actas del FOMC de octubre, publicadas a mediados de mes, mostraron una actitud prudente sobre el ritmo de una posible relajación, y los responsables destacaron las incertidumbres en torno a la perspectiva económica. Las TIRes de los bonos del Tesoro estadounidense permanecieron delimitadas en un rango estrecho, pero la tendencia de ‘steepening’ de la curva se reanudó, ya que los vencimientos largos quedaron rezagados con respecto a la rentabilidad de los tramos cortos. En la segunda mitad del mes, los comentarios más moderados de varios responsables de la Reserva Federal llevaron a los mercados a descontar un recorte de los tipos en diciembre como escenario de referencia. En última instancia, las TIRes de los bonos del Tesoro a 10 años cerraron el mes con tan solo una bajada de 6 puntos básicos (pb) y el apetito por el riesgo se estabilizó lo suficiente como para que el S&P 500 terminara ligeramente al alza. El calendario de datos fue ligero, destacando el retraso del informe de empleo de septiembre, que mostró un crecimiento del empleo más sólido de lo esperado (+119.000), aunque con un repunte de la tasa de desempleo hasta el 4,44%3.
En la Eurozona, los PMI se mantuvieron en general en territorio expansivo, aunque el momentum se moderó en varias publicaciones nacionales. Los datos de inflación estuvieron en línea con la postura cautelosa del Banco Central Europeo (BCE). Hacia finales de mes, las curvas europeas volvieron a pronunciarse, impulsadas en parte por el enfoque del mercado hacia la situación de los planes de pensiones en Países Bajos y la dinámica relacionada con la demanda en el extremo ultralargo. Los diferenciales de la deuda soberana continuaron ajustándose lentamente, mientras que los swaps quedaron por detrás de los bonos en efectivo, en particular, en los vencimientos más largos4.
Las temáticas fiscales fueron prominentes en otros lugares. En Japón, las primas de los plazos en el extremo superlargo continuaron ampliándose, ya que los mercados digerían los mensajes de estímulo de la primera ministra Takaichi y la perspectiva de un aumento de las emisiones, a pesar de que el presupuesto complementario se concentraba en vencimientos inferiores a cinco años. El aumento en los tipos de la deuda pública japonesa se intensificó tras las nuevas señales de política restrictiva de los responsables de política monetaria. En el Reino Unido, la deuda pública británica cedió —liderada por el extremo largo—, después de que la canciller Reeves anunciara subidas de impuestos considerables y la DMO ajustara su compromiso hacia una mayor oferta a corto y medio plazo. La GBP se recuperó de la rentabilidad relativa negativa anterior y la debilidad de los datos nacionales reforzó las expectativas de una mayor flexibilización monetaria por parte del Banco de Inglaterra, con un recorte en diciembre dado por seguro5.
En los mercados de divisas, el índice Bloomberg Dollar se mantuvo dentro de su rango reciente a pesar de la volatilidad de la renta variable estadounidense. El EUR y la GBP cerraron ligeramente al alza, mientras que el JPY y el AUD quedaron a la zaga6. Las monedas de mercados emergentes de ‘carry’ elevado siguieron mostrando resistencia, incluso aunque el apetito por el riesgo se debilitó.
Perspectiva
Mantenemos una neutralidad general en duración de tipos mercados desarrollados, excluido Japón, manteniendo al mismo tiempo expresiones específicas entre mercados. En América del Norte, mantenemos una infraponderación en deuda pública canadiense con respecto a bonos del Tesoro estadounidense, lo que refleja unos fundamentales macro canadienses más sólidos y nuestra expectativa de que el Banco de Canadá adopte una postura menos moderada al acercarse al final de su ciclo de relajación. En el complejo antípoda, seguimos viendo valor relativo en los bonos del gobierno australiano frente a los de Nueva Zelanda.
Siguiendo las señales más positivas del presupuesto del Reino Unido, también nos hemos mostrado positivos con respecto a la deuda pública británica. En Estados Unidos, mantenemos nuestra preferencia desde hace mucho tiempo por los ‘curve steepeners’, respaldados por la continua reconstrucción de la prima a plazo y una narrativa madura de flexibilización de política monetaria.
Japón sigue siendo un valor atípico en nuestro posicionamiento en mercados desarrollados. Mantenemos posiciones largas en ‘breakevens’ de inflación y hemos incrementado los cortos en duración, reflejando una confluencia de factores bajistas: expectativas de política monetaria en evolución, ajustes continuos en el marco de la curva de tipos y expansión de las primas por plazo.
En divisas, seguimos favoreciendo una cesta de monedas predominantemente de beta alta frente al USD, dada la dinámica favorable del ‘carry’ y la mejora de las señales de crecimiento relativo.
Deuda de mercados emergentes
Análisis mensual
La rentabilidad fue sólida en los mercados locales de mercados emergentes y la rentabilidad de los activos en moneda dura también fue positiva, pero más moderada7. El USD cedió moderadamente debido a la debilidad de los datos laborales estadounidenses y el aumento de las expectativas de bajada de los tipos de la Reserva Federal en diciembre. El Banco de México recortó los tipos de interés, ya que la inflación se ralentizó, pero también para estimular el crecimiento, ya que el PIB se contrajo en el tercer trimestre. El Banco Nacional de Polonia también redujo los tipos, ya que la inflación cayó por debajo del objetivo. La política exterior de Estados Unidos ha aumentado recientemente su enfoque en Latinoamérica con una mayor presencia en el Caribe y atención en la situación política venezolana. Los flujos de las clases de activos siguieron siendo positivos tanto para los fondos en moneda dura como en moneda local, 800 millones de USD y 1.300 millones de USD, respectivamente. Esto lleva los flujos desde principios de año a 25.200 millones de USD8, lo que pone de manifiesto el interés de los inversores por diversificar sus carteras y buscar soluciones de renta fija fuera de Estados Unidos.
Perspectiva
La perspectiva para la clase de activos sigue siendo sólida conforme numerosos países implementan un programa de reformas sólido. Las valoraciones son atractivas, en especial, para los activos locales. Muchas monedas de mercados emergentes están relativamente infravaloradas y cuentan con el respaldo del USD, que ha seguido debilitándose. Los diferenciales de rentabilidad real entre los mercados emergentes y los mercados desarrollados siguen siendo favorables. El entorno macroeconómico es favorable para la clase de activos y los inversores siguen asignando capital. Sin embargo, el panorama de los mercados emergentes es diverso, por lo que es esencial centrarse en los fundamentales específicos de cada país y las trayectorias políticas.
Crédito corporativo
Análisis mensual
La rentabilidad del crédito 'investment grade' en noviembre se vio afectada principalmente por la debilidad del apetito por el riesgo y la elevada oferta primaria. Los diferenciales del crédito 'investment grade' global se ampliaron en 3 pb, ya que los factores técnicos se debilitaron, absorbiendo los mercados europeos y estadounidenses absorbieron una emisión sustancialmente superior a la esperada. Los diferenciales del crédito 'investment grade' europeo se ampliaron en 6 pb, situándose en 83 pb, quedando por detrás del crédito 'investment grade' estadounidense, que se amplió en 2 pb, hasta +80 pb. La elevada emisión no financiera pesó sobre los sectores industrial y de servicios públicos en EUR, mientras que el financiero se mantuvo mejor. Los híbridos financieros y corporativos subordinados evolucionaron en general en línea con el mercado, ampliándose entre 5 pb y 6 pb. El riesgo de la deuda francesa e italiana mejoró ligeramente; en el caso de la italiana se debió a una mejora de la calificación soberana. En Estados Unidos, persistió la dispersión sectorial: servicios públicos quedó rezagado, deuda bancaria sénior siguió mostrando resiliencia y seguros de vida, servicios financieros, tecnología, aerolíneas e industria básica fueron los que más se ampliaron; por su parte, consumo no cíclico siguió estrechándose. La actividad corporativa fue sólida y las fusiones y adquisiciones dominaron los titulares. Las transacciones destacadas incluyeron las negociaciones exclusivas de Deutsche Börse para adquirir Allfunds, los movimientos de consolidación de Orange en Francia y España, la compra de Clean Earth por parte de Veolia, y múltiples operaciones de gran tamaño en Estados Unidos en los sectores de salud del consumidor, diagnóstico, energía y embalaje. La oferta fue el impulsor clave del tono del mercado. La emisión de crédito 'investment grade' europeos alcanzó los 101.000 millones de EUR, muy por encima de las expectativas, mientras que la emisión de crédito 'investment grade' estadounidenses alcanzó los 140.000 millones de USD, el mayor nivel en noviembre de la historia9. A pesar de la sólida demanda, las concesiones se ampliaron debido a la magnitud de la oferta, aunque los flujos de entrada en la clase de activo siguieron siendo sólidos.
La rentabilidad del crédito ‘high yield’ estadounidense y global se fortaleció en última instancia en noviembre, revirtiendo la debilidad de principios de mes. Los diferenciales se ampliaron durante las dos primeras semanas, ya que la elevada volatilidad y la preocupación por las valoraciones elevadas pesaron sobre los activos de riesgo; los diferenciales del crédito ‘high yield’ estadounidense se aproximaron brevemente a 340 pb. El sentimiento mejoró en la segunda mitad del mes, ya que la volatilidad se redujo y las TIRes de los bonos del Tesoro cayeron ante las expectativas de una bajada de los tipos de la Reserva Federal en diciembre, lo que permitió que los diferenciales retrocedieran y terminaran más ajustados de lo que comenzaron. Las condiciones técnicas siguieron siendo en general favorables. La emisión bruta fue saludable y se absorbió fácilmente, mientras que la demanda minorista permaneció apagada. Más de 33.000 millones de USD en llamadas, licitaciones, vencimientos y cupones crearon una oferta negativa neta, y la actividad de las ‘rising-star’ siguió superando a los ‘fallen angels’, lo cual respalda aún más el tono del mercado10.
Los bonos convertibles globales registraron una rentabilidad más débil en noviembre, quedando por detrás tanto de la renta variable global como de la renta fija global11. La clase de activos se vio presionada por la aversión al riesgo en áreas temáticas clave, en particular, las criptomonedas y la IA, que representan exposiciones significativas dentro del universo convertible. A pesar del tono más suave, la actividad del mercado primario siguió siendo excepcionalmente sólida. La emisión ascendió a 15.800 millones de USD en noviembre, con emisores estadounidenses que representan aproximadamente el 90% de la oferta. En lo que va de año, la emisión subió hasta 153.900 millones de USD, lo que llevó al mercado a superar los 159.000 millones de USD emitidos en 202012.
Perspectiva
A medida que se acerca el cierre del año, seguimos siendo cautelosamente constructivos con respecto al crédito 'investment grade'. Los fundamentales corporativos son sólidos, con un apalancamiento disciplinado y una liquidez saludable, y vemos un riesgo limitado de rebaja o impago en un contexto de crecimiento moderado. Aunque el récord de emisiones en euros y en Estados Unidos durante noviembre suavizó brevemente los factores técnicos, las entradas sostenidas y la fuerte demanda sugieren que el entorno técnico general sigue siendo favorable, aunque cada vez más específico por emisor y sector. Mantenemos una postura de duración neutral y seguimos favoreciendo los ‘steepeners’ de la curva en un contexto de evolución de la dinámica de oferta y demanda. El ‘carry’ sigue siendo el principal impulsor de la rentabilidad, pero los estrechos diferenciales, los elevados proyectos de emisión y la elevada actividad de fusiones y adquisiciones abogan por una selectividad continua. Favorecemos a los emisores con balances sólidos, baja ciclicidad y perfiles resilientes de flujo de caja libre, especialmente en regiones donde las políticas son favorables y los riesgos fiscales están contenidos.
A medida que entramos en el último mes del año, mantenemos una perspectiva cautelosa pero constructiva sobre el crédito ‘high yield’. Las condiciones macroeconómicas siguen siendo en general favorables: el crecimiento en Estados Unidos se está desacelerando, pero permanece positivo; la inflación evoluciona en línea con las expectativas; y los beneficios corporativos han mostrado resiliencia. Al mismo tiempo, persisten ciertos focos de debilidad, como indicadores laborales más débiles, presión sobre los consumidores de menores ingresos, datos de encuestas mixtos y valoraciones elevadas en segmentos vinculados al optimismo impulsado por la IA. En este contexto, prevemos un régimen de crecimiento más lento pero positivo y una inflación todavía persistente. Los diferenciales del crédito ‘high yield’ permanecen solo unos 30 pb por encima de los mínimos posteriores a la GFC, lo que limita la protección de valoración, aunque las rentabilidades integrales siguen siendo históricamente atractivas y deberían seguir atrayendo capital. Los fundamentales se mantienen estables, el riesgo de refinanciación es manejable y los factores técnicos son favorables, aunque gran parte de las buenas noticias ya está reflejada en los precios. Como resultado, ser selectivos es fundamental. Seguimos haciendo hincapié en emisores con flujos de efectivo duraderos, apalancamiento manejable y acceso claro a los mercados de capitales, así como en sectores menos expuestos a debilidades relacionadas con el consumo.
A medida que nos adentramos en el último mes del año, seguimos siendo constructivos acerca del contexto fundamental de los bonos convertibles globales, pero con un grado de cautela moderado. La volatilidad relacionada con las políticas comerciales ha disminuido en gran medida, los beneficios de las empresas estadounidenses han aguantado bien y los primeros signos de tensión entre los consumidores de menor renta han comenzado a estabilizarse. Los datos del tercer trimestre —incluida la desaceleración en el crecimiento del empleo, indicadores de encuestas mixtos y el fortalecimiento de los precios al consumidor— refuerzan una perspectiva macroeconómica más moderada. Prevemos un entorno a futuro de crecimiento más lento pero positivo e inflación persistente. Los convertibles han conservado en general su perfil de rentabilidad asimétrica a través del periodo reciente de volatilidad; las deltas cayeron desde niveles elevados en noviembre, pero permanecen cómodamente por encima del 50%13, lo cual refleja la mayor sensibilidad de la clase de activos a la renta variable. Aunque este comportamiento similar al de la renta variable exige cautela, seguimos viendo oportunidades atractivas para inversores selectivos, especialmente en estructuras equilibradas con suelos de bonos sólidos, donde la convexidad y la protección frente a caídas siguen siendo convincentes.
Titulizaciones
Análisis mensual
Los diferenciales de los MBS de agencia se mantuvieron sin cambios en noviembre en +124 pb frente a los bonos del Tesoro y permanecieron amplios en relación con la historia y otros sectores básicos. La Reserva Federal continuó con la reducción de su balance, con una disminución de 16 mil millones de dólares en las tenencias de MBS, mientras que las posiciones de los bancos apenas cambiaron; los gestores de fondos siguieron siendo los principales compradores a las valoraciones actuales14. El índice de MBS de agencias registró un retorno del 0,62 %, quedando ligeramente por detrás de los bonos del Tesoro en términos ajustados por duración, aunque el rendimiento acumulado en el año sigue siendo claramente superior. Los elevados tipos hipotecarios siguieron refinanciando en profundidad las posiciones ‘out-of-the-money’, contribuyendo a un aumento moderado de la duración del índice. El crédito titulizado obtuvo una rentabilidad ligeramente superior, ya que los diferenciales se estrecharon y el carry siguió siendo competitivo frente al crédito corporativo. La emisión se mantuvo estable en todos los sectores: La oferta de ABS ascendió a 39.600 millones de USD, las titulizaciones hipotecarias comerciales (CMBS) de no agencia se situaron en 16.000 millones de USD y las titulizaciones hipotecarias residenciales (RMBS) de no agencia, en 16.100 millones de USD15. Los diferenciales de los RMBS se estrecharon entre 0 pb y 5 pb, respaldados por fundamentales hipotecarios positivos, un sólido capital de los propietarios y tasas de morosidad bajas, aunque los volúmenes de emisión siguen siendo moderados. Los diferenciales de los ABS también mejoraron ligeramente; mientras que las morosidades de los consumidores siguen subiendo, especialmente entre los prestatarios de menor renta, siguen siendo manejables para la mayoría de las estructuras. Los diferenciales de los CMBS se estrecharon entre 0 pb y 5 pb. La debilidad persiste en el segmento de oficinas de clase B, pero la logística, el almacenamiento, el segmento multifamiliar de alta calidad y los hoteles de lujo siguen mostrando una sólida rentabilidad operativa. Los diferenciales de las titulizaciones europeas apenas cambiaron y las asignaciones siguieron virando hacia oportunidades relativamente más atractivas en Estados Unidos.
Perspectiva
Seguimos siendo optimistas con respecto a las valoraciones de los MBS de agencia estadounidenses y esperamos que los diferenciales se ajusten con el tiempo. El atractivo valor relativo frente a otros sectores de renta fija ‘core’ y alternativas al efectivo debería seguir atrayendo entradas de gestores de dinero y, finalmente, bancos, en particular, a medida que las restricciones regulatorias se relajen y los tipos a corto plazo bajen. Dicho esto, no esperamos que se materialice todo el potencial de estrechamiento hasta que la Reserva Federal se acerque al final de su ciclo de recortes de tipos en 2026.
En el caso del crédito titulizado, esperamos que los diferenciales se mantengan en general en torno a los niveles actuales. La curva de crédito se ha aplanado de manera significativa en lo que va del año, lo que deja un margen limitado para un mayor estrechamiento, salvo que los MBS de agencia lideren el movimiento hacia adentro. Si bien su menor duración de tipos ha pesado sobre la rentabilidad relativa, el ‘carry’ más alto del crédito titulizado ha mantenido la rentabilidad en general en línea con los MBS de agencia. Prevemos que el ‘carry’ seguirá siendo el principal impulsor de rentabilidad en los próximos meses. Fundamentalmente, los elevados niveles de los tipos continúan tensionando a ciertos prestatarios. Prevemos una mayor erosión en los balances de los hogares, lo que genera presión en determinados segmentos de ABS de consumo, en particular, entre los prestatarios de menor renta. El sector inmobiliario comercial también enfrenta desafíos continuos a pesar del alivio moderado en los tipos. Por el contrario, el crédito hipotecario residencial sigue siendo nuestro conjunto de oportunidades preferido y el área donde nos sentimos más cómodos ampliando el espectro crediticio.
En general, seguimos siendo optimistas en cuanto a los MBS de agencia, que siguen ofreciendo un valor atractivo en relación con los bonos corporativos 'investment grade' y las normas históricas.
Bonos municipales gravables
Análisis mensual
Los bonos municipales gravables obtuvieron una rentabilidad del 0,64 % en noviembre, lo que eleva las ganancias acumuladas en el año al 8,27 %, siguiendo en términos generales el comportamiento de otros sectores de renta fija de alta calidad. Los bonos municipales no gravables quedaron a la zaga con una rentabilidad mensual del 0,23%, cediendo parte de la rentabilidad relativa positiva reciente. La curva del Tesoro estadounidense registró un pronunciamiento alcista, ya que los mercados descontaron una mayor flexibilización de la Reserva Federal en un contexto de datos más débiles de los mercados laborales; los vencimientos intermedios lideraron la rentabilidad de los bonos municipales imponibles, mientras que el extremo largo quedó a la zaga ligeramente tras la solidez de octubre. Los factores técnicos siguieron siendo positivos. La oferta de noviembre ascendió a aproximadamente 4.800 millones de USD, por debajo del promedio de este año, pero en línea con las normas estacionales, con emisiones aptas para índices lideradas por Ascension Health y Cornell University16. La demanda se mantuvo firme, ya que los inversores buscaron diversificación frente a las crecientes preocupaciones sobre el crédito corporativo. Los diferenciales de los índices se ampliaron en torno a 3 pb, lo cual refleja el moderado ensanchamiento observado en la deuda corporativa 'investment grade'. Los fundamentales generales del crédito municipal siguen siendo sólidos de cara a 2026.
Perspectiva
Prevemos que la incertidumbre de la política monetaria seguirá siendo un impulsor a corto plazo de la rentabilidad de los valores municipales imponibles. Si bien la Reserva Federal aplicó un segundo recorte de 25 pb en noviembre, la comunicación del Comité señaló un creciente desacuerdo sobre el ritmo de la flexibilización futura. Los datos entrantes, retrasados por el cierre del gobierno, serán fundamentales para aclarar la trayectoria de la ralentización del mercado laboral y la inflación a medida que los responsables de política monetaria se acerquen a finales de año.
Es probable que los diferenciales permanezcan dentro de rangos delimitados con un sesgo de ampliación leve si los mercados de crédito en general reajustan las valoraciones, pero el sector sigue ofreciendo un valor relativo atractivo respaldado por una demanda estable, una oferta manejable y unos fundamentales de crédito municipal sólido.