Perspectivas
Varios golpes y un murmullo
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Global Fixed Income Bulletin
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septiembre 17, 2025
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septiembre 17, 2025
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Varios golpes y un murmullo |
El mercado de renta fija se comportó de forma típicamente veraniega el mes pasado. La volatilidad de las rentabilidades siguió siendo notablemente moderada y los diferenciales siguieron comprimiéndose de manera benigna, a pesar de un breve repunte tras los datos de empleo de principios de mes en Estados Unidos. Esta calma parecía desincronizada con los acontecimientos que, en circunstancias normales, podrían haber desencadenado reacciones de mercado más pronunciadas. Sin embargo, por debajo de la superficie, se están acumulando presiones que podrían desembocar en movimientos más significativos a medida que nos adentramos en el otoño.
Nuestro tema de este mes se hace eco del sentimiento de T.S. Eliot: el verano termina "no con un estallido, sino con un murmullo". Sin embargo, tal vez una metáfora más adecuada provenga del naturalista Joseph Wood Krutch, quien escribió: “Agosto crea mientras duerme, pleno y satisfecho”. Las semillas de una potencial volatilidad se han sembrado y, aunque los mercados pueden parecer tranquilos, se están preparando silenciosamente para lo que viene.
Los tipos cedieron por datos de empleo débiles y señales moderadas
Las curvas de tipos de los mercados desarrollados se empinaron en agosto, ya que la debilidad de las cifras de empleo estadounidense y los comentarios moderados de la Reserva Federal impulsaron las expectativas de recortes de los tipos de interés. La inestabilidad política en Francia y la preocupación por la independencia de la Reserva Federal añadieron presión al extremo largo de las curvas de tipos. El dólar estadounidense se debilitó en general, favoreciendo a las divisas ‘high-carry’.
Ganancias de la deuda de mercados emergentes ante la debilidad del dólar y la flexibilización monetaria
Los mercados emergentes registraron rentabilidades sólidas, respaldadas por los flujos de entrada y la relajación monetaria de Turquía y México. Las tensiones comerciales persistieron, pero una tregua entre Estados Unidos y China ayudó a estabilizar la confianza. Las divisas de mercados emergentes se beneficiaron de la debilidad del dólar y las atractivas TIRes reales.
Los mercados de crédito evolucionan de forma mixta con la emisión al alza
El crédito ‘investment grade’ experimentó una moderada ampliación de los diferenciales, liderada por los activos franceses, mientras que el crédito ‘high yield’ y los convertibles evolucionaron favorablemente ante el sólido apetito por el riesgo y la caída de las rentabilidades. La emisión primaria fue activa en todos los segmentos y la refinanciación acaparó la oferta. Los fundamentales siguen siendo sólidos, pero los diferenciales son estrechos.
Crédito titulizado estable con sólidos factores técnicos
Los diferenciales de las titulizaciones hipotecarias (MBS) de agencia se estrecharon, pero se mantienen amplios en términos históricos. Las emisiones de titulizaciones de activos (ABS), titulizaciones hipotecarias comerciales (CMBS) y titulizaciones hipotecarias residenciales (RMBS) se absorbieron bien a pesar de una ralentización estacional. La rentabilidad fue sólida, si bien la menor duración limitó la subida frente a otros sectores.
Perspectivas para la renta fija
El mercado de bonos sigue en un frágil equilibrio, atrapado entre las persistentes preocupaciones por el crecimiento, como se refleja en los datos de empleo de Estados Unidos, y las persistentes presiones inflacionarias tanto internamente como en el extranjero, en particular, en Japón. Al mismo tiempo, las preocupaciones por la oferta en los mercados de deuda pública se están intensificando, impulsadas por la expansión de los déficits y los caminos políticamente desafiantes hacia el endurecimiento fiscal en países como Francia, el Reino Unido y Estados Unidos.
Esta dinámica apunta a un aumento de las primas a plazo, un tema que seguimos favoreciendo y expresando a través de posiciones en ‘steepeners’ en las curvas de deuda pública. Los mercados han reajustado las rentabilidades reales a los niveles vistos por última vez a principios de la década de 2000, lo cual indica una clara desviación de la era de la represión monetaria que siguió a la crisis financiera global. Este cambio se ha producido a pesar de los balances todavía elevados de los bancos centrales, que siguen revirtiéndose. La pregunta clave ahora es si las rentabilidades reales deben repuntar más —especialmente a largo plazo— a medida que los balances se reducen y la demanda de pensiones de duración parece cada vez más satisfecha.
En el contexto de grandes déficits y una dinámica fiscal estructuralmente limitada, impulsada por el estancamiento político y las presiones demográficas, seguimos evaluando si estamos presenciando un “efecto desplazamiento”. Los balances corporativos y de los hogares siguen siendo sólidos en relación con los ingresos y los beneficios, y especialmente cuando se miden frente al patrimonio neto de los hogares y las valoraciones de la renta variable. ¿Son los diferenciales históricamente ajustados no solo porque los fundamentales del sector privado son sólidos, sino también porque las trayectorias de la deuda soberana no lo son?
Mantenemos una postura neutral en duración en los mercados desarrollados, con un posicionamiento selectivo a favor de la deuda pública canadiense y neozelandesa frente a los bonos del Tesoro estadounidense. Las exposiciones al empinamiento de la curva en bonos del Tesoro estadounidense y bunds alemanes reflejan nuestra opinión de que el aumento de los déficits y las primas a plazo probablemente ejercerán presión sobre las TIRes a largo plazo. En Japón, mantenemos posiciones largas en inflación ‘breakeven’ y redujimos tácticamente la exposición a duración corta. En divisas, seguimos favoreciendo posiciones cortas en USD frente a una cesta de divisas diversificada.
En los mercados emergentes, los fundamentales siguen siendo favorables en medio de un impulso continuo de reformas y expectativas de crecimiento resilientes. Las divisas de mercados emergentes están infravaloradas y los diferenciales de TIR real siguen siendo atractivos. La continua debilidad del dólar debería respaldar a los activos locales, aunque la incertidumbre de la política comercial justifica un enfoque ‘bottom-up’ específico para cada país.
Seguimos siendo cautelosamente optimistas con respecto al crédito. En el caso del crédito ‘investment grade’, los sólidos fundamentales corporativos y los factores técnicos favorables respaldan la rentabilidad impulsada por el carry, aunque los estrechos diferenciales y los riesgos de las políticas comerciales exigen selectividad. Preferimos emisores con balances sólidos y baja ciclicidad, en particular, el sector financiero. En el crédito ‘high yield’, aunque el riesgo de recesión sigue siendo bajo, la compresión de los diferenciales y la evolución de la dinámica comercial sugieren una posible volatilidad en el futuro. Preferimos emisores con fundamentales resilientes y estructuras de capital prudentes.
En el caso de los convertibles, somos optimistas con respecto a los fundamentales, pero cautelosos con respecto al ritmo de emisión, en especial, las operaciones vinculadas a criptomonedas. El ‘bond floor’ de la clase de activos ofrece mitigación del riesgo a la baja y la selectividad será clave. En el caso del crédito titulizado, se espera que los diferenciales de los MBS de agencia se ajusten aún más, respaldados por valoraciones relativas atractivas y posibles recortes de los tipos de la Reserva Federal. El crédito hipotecario residencial sigue siendo nuestro sector preferido, junto con la exposición objetivo a CMBS y ABS comerciales respaldados por activos de hostelería y propiedades de oficinas de activo único exclusivas.
Tipos y divisas de mercados desarrollados
Análisis mensual
Las curvas de tipos de los mercados desarrollados se empinaron sustancialmente en agosto, al reflejar dos factores: el aumento de la prima a plazo y las crecientes expectativas de una relajación monetaria más agresiva. El mes comenzó con un decepcionante informe de empleo en Estados Unidos, donde solo se añadieron 73.000 puestos en julio. Junto con la cifra, se produjeron revisiones bruscas a la baja con respecto a los dos meses anteriores, lo que sugiere que el crecimiento del empleo se había ralentizado a un promedio de solo 35.000 puestos al mes. El discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en Jackson Hole, se interpretó como moderado, destacando el potencial de aumento del desempleo en un contexto de ralentización de la demanda. Las TIRes de los bonos del Tesoro cayeron en toda la curva tras el discurso y las probabilidades implícitas de mercado de una bajada de tipos en septiembre subieron significativamente. A finales de mes, el intento del presidente Trump de despedir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, aumentó aún más la presión en términos de empinamiento de la curva, ya que los mercados descontaron una postura de política más moderada a corto plazo y aumentaron las primas de riesgo a largo plazo vinculadas a las preocupaciones sobre la independencia del banco central.
En la eurozona, los acontecimientos relativos a la política monetaria fueron limitados, pero la inestabilidad política en Francia fue el centro de atención. El anuncio por parte del primer ministro François Bayrou de convocar una moción de confianza el 8 de septiembre sobre su plan fiscal provocó una fuerte ampliación de los diferenciales entre la deuda OAT francesa y el bund alemán y pesó sobre los activos de riesgo franceses. Es alentador que el ‘sell-off’ siga siendo en gran medida idiosincrática, con contagio limitado a otros activos regionales, incluido el euro. Sin embargo, los diferenciales de crédito soberano de la eurozona se ampliaron desde sus mínimos de mediados de mes, probablemente, en previsión de un aumento de la emisión de deuda pública en septiembre.
Los acontecimientos geopolíticos tuvieron un impacto moderado en los mercados. La reunión cumbre del presidente Trump con Vladimir Putin en Alaska no logró producir un cese del fuego o avances significativos en Ucrania, a pesar del valor simbólico. Una reunión posterior de alto nivel en Washington reunió a líderes europeos —incluido la presidenta de la Comisión Europea von der Leyen, el primer ministro del Reino Unido Starmer, el presidente francés Macron, el canciller alemán Merz y la primera ministra italiana Meloni— para presionar por unas garantías de seguridad estadounidenses más sólidas para Ucrania. Sin embargo, los mercados siguieron mostrándose escépticos ante cualquier avance a corto plazo.
En los mercados de divisas, el USD se debilitó significativamente ante la caída de los tipos de interés del extremo frontal. El índice Bloomberg Dollar cedió un 1,7% y el USD se depreció frente a todas las divisas del G10. Las divisas de ‘high carry’—tanto en el G10 como en determinados mercados emergentes— continuaron repuntando, ya que los inversores buscaban rentabilidad en un entorno de tipos en declive. Las divisas escandinavas obtuvieron una rentabilidad relativa positiva ante el apetito por el riesgo, mientras que el dólar neozelandés registró una ligera ganancia del 0,05% tras una reunión de política monetaria del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda de carácter moderado.
Perspectiva
Actualmente, mantenemos una postura neutral sobre la duración general en los mercados desarrollados, al tiempo que mantenemos posiciones selectivas entre mercados. Observamos valor relativo en la deuda pública canadiense frente a los bonos del Tesoro estadounidense, respaldado por el debilitamiento de las perspectivas de empleo y crecimiento de Canadá, junto con una curva de tipos más empinada.
Seguimos favoreciendo la sobreponderación en duración en Nueva Zelanda con respecto a Estados Unidos y conservamos nuestras exposiciones de larga duración al empinamiento de la curva tanto en bonos del Tesoro estadounidense como en deuda pública alemana. Esto refleja nuestra opinión de que el aumento de los déficits y de las primas a plazo probablemente provocará una rentabilidad relativa negativa en el extremo largo de las curvas de tipos.
En Japón, mantenemos posiciones largas en inflación implícita, aunque hemos reducido tácticamente nuestra exposición directa a duración corta. En cuanto a divisas, mantenemos una posición corta en el USD frente a una cesta diversificada de divisas.
Tipos y divisas de mercados emergentes
Análisis mensual
La deuda de mercados emergentes obtuvo una rentabilidad positiva en los principales segmentos en agosto. El USD reanudó su tendencia de debilitamiento, vista durante gran parte del año, ya que los inversores anticipaban una posible bajada de los tipos tras el informe de empleo en Estados Unidos. Los diferenciales de crédito permanecieron en general sin cambios intermensuales tanto para emisores soberanos como corporativos.
Las tensiones comerciales siguieron ocupando titulares. Estados Unidos impuso aranceles del 50% a una amplia gama de importaciones indias, con medidas similares aplicadas a Brasil. Sin embargo, la tregua comercial entre Estados Unidos y China se amplió hasta noviembre, ofreciendo cierto alivio a los mercados.
En el frente de la política monetaria, el Banco Central de Turquía redujo su tipo oficial en 300 puntos básicos (pb), ya que la inflación seguía disminuyendo, mientras que el Banco de México decidió una bajada más moderada de 25 pb. El apetito de los inversores por la deuda de mercados emergentes siguió siendo sólido, con otro mes de entradas: 2.500 millones de USD en fondos en moneda fuerte y 1.500 millones de USD en fondos en moneda local.
Perspectiva
Los fundamentos en toda la clase de activos siguen siendo favorables, respaldados por el impulso continuo de reformas en muchos países de mercados emergentes. A pesar de la persistente incertidumbre en torno a la política comercial de Estados Unidos, los ciclos económicos de los mercados emergentes en general avanzan favorablemente y las expectativas de crecimiento siguen siendo resilientes.
Las valoraciones siguen pareciendo atractivas. La mayoría de las divisas de mercados emergentes siguen relativamente infravaloradas y los diferenciales de TIR real entre los mercados emergentes y los mercados desarrollados siguen siendo amplios y atractivos. Una posible continuación de la debilidad del USD debería respaldar aún más los activos en moneda local.
Aunque persiste la incertidumbre en torno a los aranceles estadounidenses, el impacto variará según el país y, en última instancia, dependerá del resultado de las negociaciones en curso. Dada la naturaleza diferenciada y bifurcada de la clase de activos, el análisis ‘bottom-up’ de los países sigue siendo esencial para identificar y captar valor.
Crédito corporativo
Análisis mensual
Agosto fue un mes mixto para los activos de riesgo, donde los acontecimientos macroeconómicos condicionaron la confianza. El repunte típico posterior al verano de las emisiones primarias añadió presión a los diferenciales. El crédito ‘investment grade’ europeo quedó por detrás de su homólogo estadounidense, en gran medida debido a la descompresión de los diferenciales de los activos franceses. La inestabilidad política volvió a surgir como una inquietud clave, en particular, en Francia. El anuncio sorpresa de un voto de confianza para el primer ministro francés amplió el diferencial entre la deuda pública francesa OAT y el bund alemán, reflejando la creciente ansiedad del mercado por la capacidad de Francia para cumplir sus objetivos presupuestarios y abordar su déficit fiscal. Al otro lado del Atlántico, se intensificaron las preocupaciones por la independencia de la Reserva Federal tras el intento del presidente Donald Trump de despedir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook. En el frente de la política monetaria, fue un mes relativamente tranquilo. El BCE reiteró su compromiso con la gestión de posibles perturbaciones para la economía de la eurozona, mientras que el discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en Jackson Hole, apuntó a una postura más moderada, abriendo la puerta a un posible recorte de tipos en septiembre. En el Reino Unido, el Banco de Inglaterra redujo los tipos en 25 pb hasta el 4%, en consonancia con su enfoque gradual hacia la relajación monetaria. El banco central destacó dos fuerzas contrapuestas: un mercado de trabajo debilitado y una inflación persistente, que requieren una cuidadosa calibración de las políticas. Los datos económicos mostraron signos de convergencia entre Estados Unidos y Europa. Los PMI preliminares de agosto sorprendieron al alza en toda la Eurozona, mientras que los datos del ISM services de EE. UU. fueron ligeramente más débiles de lo esperado, aunque aún se mantuvieron en territorio expansivo Las condiciones técnicas se debilitaron hacia finales de mes, impulsadas por el aumento de la actividad del mercado primario. La emisión bruta superó las expectativas, con un total de 37.000 millones de EUR frente a una previsión de 35.000 millones de EUR).1
Agosto fue un mes sólido para los mercados ‘high yield’ estadounidenses y globales, con un fuerte resultado tanto en métricas de rentabilidad total como de rentabilidad excedente. El sentimiento de riesgo siguió siendo sólido, respaldado por máximos históricos en los mercados de renta variable y la compresión de los diferenciales en el segmento de crédito apalancado con menor calificación. El segmento ‘high yield’ se benefició de un fuerte descenso intermensual de las TIRes de los bonos del Tesoro a 5 y 10 años, impulsado por las crecientes expectativas de un posible recorte de los tipos por parte de la Reserva Federal en septiembre. Este contexto favorable animó a los emisores a acceder a mercados de capitales receptivos, lo que resultó en un mes estacionalmente activo para la emisión primaria. Sin embargo, la mayoría de las emisiones estuvieron relacionadas con refinanciamiento, lo que resultó en una oferta neta nueva limitada. La combinación de una oferta neta moderada, volúmenes de negociación estacionalmente más bajos y una sólido demanda de los inversores crearon un entorno técnico favorable para el segmento ‘high yield’2.
Los bonos convertibles globales registraron una sólida rentabilidad en agosto, respaldados por el fuerte apetito por el riesgo y las crecientes expectativas de un posible recorte de los tipos por parte de la Reserva Federal en septiembre. Aunque los convertibles quedaron por detrás de la renta variable global, superaron a la renta fija global, destacando su naturaleza híbrida en un mes marcado por la solidez de la renta variable y la caída de las TIRes. El tono favorable del mercado animó a los emisores a acceder a los mercados de capitales, lo que resultó en un mes estacionalmente activo para la emisión primaria. Se descontaron cerca de 12.000 millones de USD en nuevos acuerdos, aproximadamente, el doble del promedio histórico de agosto. Estados Unidos lideró, representando el 87% de la emisión total. Cabe destacar que los emisores relacionados con las criptomonedas siguieron aprovechando el mercado, contribuyendo con 4.000 millones de USD de solo dos operaciones. La oferta en lo que va de año ascendió aproximadamente a 95.000 millones de USD, significativamente por delante del mismo periodo de 20243.
Perspectiva
Seguimos siendo cautelosamente constructivos con respecto al crédito ‘investment grade’, anticipándonos a un entorno de bajo crecimiento sin un repunte significativo del riesgo de rebaja o impago. La política monetaria europea sigue siendo en general favorable, mientras que la perspectiva fiscal de Estados Unidos es más heterogénea y está sujeta a incertidumbre política. Los fundamentales corporativos siguen siendo sólidos y los emisores mantienen estrategias conservadoras de balance y perfiles de bajo riesgo. Los factores técnicos son favorables, respaldados por niveles de emisión manejables y una demanda sostenida de TIRes en el crédito ‘investment-grade’. Si bien se espera que el ‘carry’ siga siendo un impulsor clave de la rentabilidad, somos conscientes de la extrema rigidez actual de los diferenciales de crédito. Con el impacto total de las políticas comerciales anunciadas recientemente aún por materializar, seguimos siendo selectivos en nuestras exposiciones al crédito, favoreciendo emisores con fundamentales sólidos, menor ciclicidad y aquellos bien posicionados para beneficiarse de un contexto de crecimiento moderado.
A medida que avanzamos en el tercer trimestre, mantenemos una postura cautelosa sobre el crédito corporativo ‘high yield’. Si bien el pico de volatilidad relacionada con los aranceles y la política comercial puede haber quedado atrás, la estructura final de los acuerdos comerciales internacionales con socios clave sigue siendo incierta. Prevemos que la evolución del panorama comercial seguirá pesando sobre el crecimiento económico y contribuirá a la presión al alza sobre la inflación, evidenciada por los datos recientes del mercado laboral y el informe de IPC de mediados de agosto. Las TIRes siguen siendo atractivas, pero se han comprimido significativamente durante el trimestre y los diferenciales promedio en el crédito ‘high yield’ son históricamente ajustados y vulnerables a la ampliación. Nuestra cauta perspectiva refleja una evaluación integral de factores como las trayectorias de crecimiento estadounidense y global, los cambios en las políticas de los bancos centrales, la situación de los consumidores, los fundamentales de los emisores, las condiciones técnicas y las valoraciones. Si bien creemos que la probabilidad de una recesión en 2025 sigue siendo baja, prevemos episodios continuados de volatilidad. En este entorno, la selectividad es clave. Preferimos emisores con fundamentales resilientes, estructuras de capital prudentes y modelos de negocio menos expuestos a presiones cíclicas.
Seguimos siendo optimistas sobre los fundamentales del mercado global de bonos convertibles al avanzar en el tercer trimestre. Los convertibles siguen demostrando sus perfiles de rentabilidad asimétricos, aunque la sensibilidad a la renta variable (delta) está aumentando gradualmente. Si bien el pico de volatilidad relacionada con los aranceles y la política comercial puede haber quedado atrás, la estructura final de los acuerdos comerciales internacionales con socios clave sigue siendo incierta. Además, las tensiones geopolíticas en Oriente Medio parecen haber disminuido, pero la durabilidad del alto el fuego deberá controlarse a medio plazo. La característica del ‘bond floor’ de la clase de activos sigue siendo un atributo defensivo clave, especialmente, si la volatilidad reaparece como lo hizo en el segundo trimestre. A pesar de nuestra visión constructiva sobre los fundamentales, seguimos siendo cautelosos con respecto al mercado primario, que está en camino de superar los totales de emisión de 2024. Si bien la mayoría de los emisores están refinanciando la deuda con vencimiento en un entorno de tipos altos, la tendencia apresurada de la emisión vinculada a las criptomonedas —donde las compañías recaudan capital para comprar criptomonedas— justifica un escrutinio estrecho. Creemos que este panorama en evolución presenta riesgos y oportunidades, especialmente para equipos de inversión con recursos adecuados y sólido capacidades de análisis ‘bottom-up’. La selectividad será fundamental para navegar por el equilibrio entre innovación y disciplina crédito.
Titulizaciones
Análisis mensual
Los tipos de interés cedieron en agosto, lo que llevó a un notable pronunciamiento de la curva de tipos. Este cambio se debió a dos informes de empleo más débiles de lo esperado en Estados Unidos, que llevaron a los mercados a descontar tres recortes de tipos para 2025, frente a los dos del mes anterior, con el primero esperado en septiembre. Las TIRes de los bonos del Tesoro estadounidense respondieron en consecuencia: el bono a 2 años cayó 34 pb hasta el 3,62% y el bono a 10 años cedió 28 pb desde el 4,23%. Los diferenciales actuales de las MBS de agencia de cupón corriente se ajustaron sustancialmente, estrechándose 9 pb hasta +136 frente a los bonos del Tesoro de duración comparable. A pesar de esta evolución, los diferenciales de las titulizaciones hipotecarias de agencia siguen siendo amplios en comparación con otros sectores de renta fija core y patrones históricos. Las posiciones en titulizaciones hipotecarias de la Reserva Federal cayeron en 25.000 millones de USD hasta 2,095 billones de USD, lo que supone una reducción de 608.000 millones de USD desde su pico de 2022. Las posiciones en bancos estadounidenses permanecieron sin cambios en 2,681 billones de USD, aunque las expectativas de aumento de las posiciones están aumentando están creciendo a medida que la flexibilización del SLR y los tipos de interés a corto plazo más bajas entran en vigor. Los gestores de fondos siguieron siendo los principales compradores de titulizaciones hipotecarias, atraídos por valoraciones más baratas.
Los diferenciales de crédito titulizado se estrecharon más que los de otros sectores de renta fija, si bien la rentabilidad se mantuvo en línea en general debido al perfil de duración más corta de la clase de activos. La emisión se ralentizó ligeramente en agosto debido a factores estacionales, pero las operaciones tuvieron una buena suscripción y el mercado las absorbió fácilmente. La emisión de ABS estadounidenses ascendió a 18.700 millones de USD, manteniéndose el ritmo con respecto a los volúmenes desde principios de 2024. La emisión de CMBS de no agencia ascendió a 10.300 millones de USD, su segundo total más alto en agosto desde 2016, y está registrando un aumento interanual del 42%. La emisión de RMBS de no agencia se situó en 14.100 millones de USD, ligeramente por encima de los niveles de julio4. En general, la rentabilidad de la renta fija fue sólida en agosto y los sectores de mayor duración se beneficiaron más de la evolución de los tipos. El crédito titulizado obtuvo una rentabilidad relativa negativa frente a otros sectores, en gran medida, debido a su duración de tipos de interés inherentemente más corta.
Perspectiva
Seguimos siendo optimistas con respecto a los diferenciales de los MBS de agencia estadounidenses, que esperamos que continúen ajustándose en septiembre y en el cuarto trimestre. Aunque se produjo cierta compresión de los diferenciales en agosto, creemos que el alcance total del ajuste se materializará una vez que la Reserva Federal inicie los recortes de tipos a finales de este año como se esperaba. Es probable que el atractivo perfil de rentabilidad del sector —en relación con otros segmentos de renta fija core y alternativas de efectivo— atraiga entradas tanto de inversores en valor relativo como de bancos, en especial, a medida que los tipos a corto plazo bajen y las restricciones reglamentarias como la flexibilización de las SRL.
En el caso del crédito titulizado, prevemos que los diferenciales se mantendrán estables a corto plazo, a la espera de una mayor claridad sobre el impacto económico de la evolución de las políticas arancelarias y un mayor ajuste de los diferenciales de las MBS de agencia. En lo que va de año, los MBS de agencia han superado al crédito corporativo, mientras que el crédito titulizado —con su carry más alto— ha superado a casi todos los demás sectores de renta fija ‘investment-grade’. Prevemos que las rentabilidades se verán impulsadas principalmente por el carry de flujos de caja en los próximos meses, respaldados por unos niveles de TIRes atractivas al entrar en septiembre.
Sin embargo, seguimos siendo cautelosos en determinados segmentos. Los niveles actuales de los tipos continúan tensionando los balances de los hogares, en particular, entre los prestatarios de renta más bajas, lo cual podría presionar la rentabilidad de los ABS de consumo. El sector inmobiliario comercial también se enfrenta a obstáculos debido a los elevados costes de financiación. Por el contrario, el crédito hipotecario residencial sigue siendo nuestro sector preferido y nos sentimos cómodos ampliando el espectro de crédito en este ámbito. Seguimos siendo más selectivos en las exposiciones a ABS y CMBS de menor calificación.
En general, seguimos considerando favorables las valoraciones de las MBS de agencia, especialmente, en comparación con los diferenciales corporativos ‘investment grade’ y los niveles históricos de las MBS de agencia. La selectividad y el análisis ‘bottom-up’ del crédito serán clave al afrontar un mercado condicionado por la incertidumbre macroeconómica y la evolución de la dinámica de las políticas monetarias.