Perspectivas
Movimientos en el frente occidental
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Global Fixed Income Bulletin
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mayo 13, 2024
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mayo 13, 2024
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Movimientos en el frente occidental |
El mes de abril fue otro mes desafiante para las rentabilidades de la renta fija tras unos datos de crecimiento e inflación mayores de lo esperado en Estados Unidos. Estos datos más altos de lo esperado causaron en los mercados una recalibración de las expectativas sobre cuándo y cuánto bajarán los tipos en Estados Unidos desde ahora hasta finales de 2025. Este cambio en las expectativas se sintió en todo el mundo, ya que las tires subieron tanto en los mercados desarrollados como en los mercados emergentes. Por su parte, el dólar estadounidense subió 1,7% durante el mes debido también al cambio de expectativas. Los diferenciales de crédito 'investment grade' se estrecharon marginalmente a lo largo del mes, mientras que los diferenciales de crédito 'high yield' estadounidense se ampliaron 2 puntos básicos (pb) y sus homólogos europeos se ampliaron 16 pb. Los diferenciales de crédito titulizado siguieron teniendo un mejor comportamiento que sus contrapartes corporativas, ya que se estrecharon en general a lo largo del mes, mientras que los diferenciales de los bonos de titulización hipotecaria (MBS) de agencia siguieron ampliándose.
Perspectivas para la renta fija
Abril fue otro mes decepcionante para la renta fija. Los mercados se vieron afectados por tres sacudidas interrelacionadas, todas centradas en Estados Unidos: el crecimiento y la inflación sorprendieron al alza y, como consecuencia, la Reserva Federal redujo su confianza sobre una caída de los tipos en la magnitud esperada (75 pb según el “dot plot” de marzo). La inflación estadounidense ha tenido una tendencia al alza en los primeros cuatro meses del año, mientras que la actividad económica ha permanecido resiliente, lo que ha llevado a la Reserva Federal a advertir al mercado sobre un ciclo de flexibilización más lento de lo previsto. Dicho esto, la reunión de mayo del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), en particular, la conferencia de prensa del presidente Powell, resaltó que, según la opinión del comité, se había evitado la desinflación. Para aclarar la cuestión, el presidente Powell descartó efectivamente la posibilidad de una inminente subida de tipos; una predilección, que conlleva importantes implicaciones para la inversión.
Primero, la Reserva Federal quiere bajar los tipos de interés. Si la inflación hubiese tenido una buena evolución en el primer trimestre, lo más probable es que los tipos de interés hubieran bajado 25 puntos básicos en mayo. Esto proporciona apoyo a los bonos con vencimiento más corto y, al mismo tiempo, probablemente aumente las primas a plazo de los bonos a más largo plazo debido a la voluntad de la Reserva Federal de arriesgarse a tener una mayor inflación para mantener la economía en marcha. Segundo y corolario del primer punto, la Reserva Federal no quiere una recesión. La Reserva Federal cree que la inflación está cayendo (como sucede en términos interanuales) y no es necesario acelerar el proceso con una postura de política monetaria demasiado restrictiva. Tercero, si los riesgos de recesión se reducen aún más, esto abre la puerta a un buen comportamiento continuo en los activos de riesgo, como el crédito y los mercados emergentes. Cuarto, si la inflación retoma su trayectoria desinflacionaria durante el resto del año, probablemente se observará un mercado de tipos alcista. Quinto, si la Reserva Federal se equivoca en cuanto a la inflación, es decir, que no caerá lo suficiente como para que pueda bajar los tipos (o, peor aún, que empiece a apuntar al alza), los mercados pueden experimentar un “déjà vu”: una repetición en términos relativos de lo sucedido en 2022.
Lo cierto es que el caso de Estados Unidos es la situación en la que se encuentran la mayor parte de los demás bancos centrales. La inflación es la limitación a una política monetaria más flexible. La buena noticia es que las presiones inflacionarias parecen ser más moderadas fuera de Estados Unidos. Es probable que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Canadá flexibilicen la política monetaria en el segundo trimestre, al igual que Suiza, que ya lo ha hecho. Sin embargo, el mercado ya descuenta estas medidas, y la única pregunta es cuánto y con qué frecuencia bajarán los tipos los bancos centrales. Sobre este tema, el resto de banco centrales tienen un modo de actuar no muy diferente al de la Reserva Federal, ya que siguen mostrando timidez al hacer ajustes adicionales que dependen en gran medida de los datos.
¿Qué significa esto para los bonos? Tras la fuerte venta en abril, las tires de los bonos estadounidenses a más largo plazo se encuentran en línea con los datos actuales, mientras que un “rally” significativo se encuentra limitado por la curva invertida: cuando avancen las tires a 2 años, también podrán avanzar las tires a 10 años. Es interesante señalar que las tires de los bonos a 10 años se encuentran en niveles muy cercanos a la media del período de 2002-2006, cuando el crecimiento económico era muy similar al actual. A más largo plazo, una tir superior al 2% del título del Tesoro estadounidense parece tener un valor adecuado, pero no se espera un “rally” en este tipo de activos a menos que, o bien la situación de crecimiento económico se deteriore inesperadamente, o bien la inflación reanude su trayectoria descendente. Con referencia a este último punto, en vista del mal comportamiento de los primeros cuatro meses del año será difícil que la inflación alcance las previsiones de la Reserva Federal durante el resto del año.
A pesar del vaivén de mitad de mes, los mercados de crédito tuvieron un comportamiento notablemente bueno en abril quedando por delante de la renta variable. A pesar de que los diferenciales se encuentran históricamente estrechos, este sólido comportamiento refleja el valor que ofrecen estos activos en esta era de elevadas tires nominales y reales. Si bien el equipo no espera un mayor estrechamiento significativo, tampoco hay razón para creer que los diferenciales se ampliarán significativamente en vista de los fundamentales y el comportamiento macroeconómico todavía sólidos, los cuales deberían sustentar los niveles de los diferenciales. El equipo cree que unas sólidas compras orientadas a las tires deberían ayudar a mitigar la ampliación de los diferenciales, mientras que una posición crediticia de neutral a ligeramente sobreponderada todavía parece ser justificada.
Los mercados locales de los mercados emergentes también tuvieron un difícil mes de abril, aunque la mayoría de estos mercados logró quedar por delante de los bonos del Tesoro estadounidense. Las preocupaciones de los bancos centrales de los mercados emergentes sobre la posibilidad de que la inflación estadounidense obstaculice la actividad de la Reserva Federal socavaron la narrativa de una caída de la inflación y bajadas de tipos. El equipo no cree que la bajada de tipos de los mercados emergentes haya terminado. Por su parte, al igual que en Estados Unidos, a pesar de que el ciclo pueda estar alargándose, el punto de partida actual de las tires es más atractivo. Asimismo, el equipo también sigue favoreciendo los mercados locales latinoamericanos.
En vista de la incertidumbre sobre la solidez de la economía global, las preocupaciones acerca de la inflación en Estados Unidos y las posibles reacciones de los bancos centrales en relación a estos datos, el equipo sigue encontrando las oportunidades más atractivas de renta fija en el crédito titulizado con vencimientos más cortos, como son las titulizaciones hipotecarias sobre inmuebles residenciales (RMBS), las titulizaciones (ABS) y determinadas titulizaciones hipotecarias sobre inmuebles comerciales (CMBS), excluyendo el segmento de oficinas, por sus tires más altas y la solidez de sus garantías. Por otro lado, el crédito de hogares estadounidenses con calificaciones crediticias “prime” presenta balances muy sólidos. Esto debería seguir respaldando el crédito al consumo y las estructuras auxiliares, especialmente porque los precios de la vivienda se mantienen firmes. Aunque tuvieron dificultades en abril, las titulizaciones hipotecarias de agencia de Estados Unidos todavía tienen valor en comparación con el crédito “investment grade”, al menos en lo que respecta a sus cupones más altos, asimismo, el equipo piensa que pueden llegar a tener un mejor comportamiento que los bonos del Tesoro estadounidense.
En los mercados de divisas, las perspectivas para el dólar estadounidense siguen enturbiadas. El dólar presenta una valoración elevada, pero la buena evolución económica de Estados Unidos ha sido notable, al igual que sus altas tires. Hasta que el resto de las economías del mundo no lleguen al mismo punto, es improbable que el dólar descienda. Dicho esto, un entorno de inflación más benigno debería ser ideal para reanudar las operaciones de “carry”: comprar divisas de tires más altas y vender divisas de tires más bajas, particularmente en los mercados emergentes. Por ello, el equipo no cree que tenga sentido infraponderarse sustancialmente en el dólar, pero tampoco están convencidos de sobreponderarse en él. El equipo sigue creyendo que determinadas divisas de mercados emergentes parecen ofrecer mejores oportunidades, tanto frente al dólar estadounidense como frente a las divisas europeas y asiáticas.
Tipos y divisas de mercados desarrollados
Análisis mensual:
Los tipos de los mercados desarrollados siguieron subiendo en abril, ya que los sólidos datos de crecimiento y las sorpresas al alza de la inflación hicieron que los inversores reevaluasen sus perspectivas sobre una expansión de la política monetaria este año y el próximo. Además, las tires a plazo largo subieron, ejerciendo más presión sobre los bonos a largo plazo, sugiriendo que el mercado descuenta unos tipos terminales más altos. En Estados Unidos, los mercados se han vuelto menos optimistas con respecto a que la inflación caiga lo suficientemente rápida como para permitir que la Reserva Federal baje los tipos agresivamente. El dato de Manufacturing del ISM superó en marzo el nivel de 50 por primera vez desde finales de 2022, mientras que el subíndice de los precios pagados se mantuvo obstinadamente elevado. Los mercados también se vieron afectados por un fuerte dato del IPC, que superó las previsiones esperadas por tercera vez consecutiva en términos de inflación subyacente y confirmó una tendencia al alza en el sector de servicios “core” (excluido el componente de vivienda). En la zona euro, los datos de inflación han sido un poco más moderados pese a que algunos datos de actividad (como los PMI) siguen siendo sólidos, particularmente en las economías periféricas como Grecia y España. En cuanto a las divisas, el dólar siguió apreciándose frente a sus homólogas, respaldado por unos tipos de interés a corto plazo más altos con respecto a otros países. El yen fue la divisa que registró la mayor volatilidad después de que el Banco de Japón asumiera una actitud “dovish” en su reunión, lo que causó que la divisa japonesa llegase por momentos al nivel de 160 frente al dólar estadounidense antes de recuperar posiciones hasta 155 debido a la intervención oficial según informes, cerrando el mes con una pérdida superior del 4%. En vista de las crecientes tensiones geopolíticas, el franco suizo se benefició brevemente del viraje hacia la seguridad, pero finalizó el mes con una caída del 1% ponderada en términos de comercio. A pesar de las exigentes valoraciones, el dólar estadounidense sigue siendo una interesante cobertura ante la aversión al riesgo, al estar respaldado por unos diferenciales de tipos de interés más amplios y un fuerte crecimiento doméstico. El equipo también favorece el dólar australiano frente al dólar canadiense.1
Perspectivas:
La política monetaria parece estar a punto de divergir a ambos lados del Atlántico. El reajuste de la trayectoria en la política de la Reserva Federal ha sido especialmente arduo, ya que el mercado ahora descuenta 28 pb de bajadas para finales de 2024, en comparación con los más de 160 pb a principios de año. Por otro lado, el BCE está cada vez más comprometido con bajar los tipos de interés en junio, aunque el ritmo de las bajadas pasado junio es menos seguro por lo que el mercado sigue descontando 66 pb de bajadas de tipos para final de año. Para finales de 2026, se prevé que el BCE baje los tipos en 140 pb, mientras que en el caso de la Reserva Federal se prevén menos de 100 pb. En el mercado cruzado, el equipo percibe valor en la deuda pública británica, dado que las expectativas para el Banco de Inglaterra se han reajustado de forma más restrictiva, en línea con la Reserva Federal, si bien la economía del Reino Unido muestra una debilidad significativamente mayor que la estadounidense y la inflación está cayendo rápidamente.
Tipos y divisas de mercados emergentes
Análisis mensual:
La deuda de los mercados emergentes obtuvo un comportamiento negativo en mayo, al igual que la mayoría de los mercados de bonos. Los datos de inflación de Estados Unidos han persistido y subido en marzo, descartando las expectativas del inicio de la bajada de tipos por parte de la Reserva Federal. La mayoría de las divisas de mercados emergentes fueron vendidas y los diferenciales de la deuda soberana se ampliaron durante el mes. Los diferenciales de los bonos corporativos se estrecharon moderadamente, pero el “rally” de las tires estadounidenses lastró el segmento corporativo de deuda de mercados emergentes y afectó al segmento de deuda soberana en moneda fuerte. Entre las divisas de mercados emergentes destacó el peso chileno, que se reforzó como reacción a una bajada de tipos menos agresiva por parte del banco central y al “rally” en los precios del cobre, principal exportación del país. La lira turca también subió tras una gran subida de tipos a finales de marzo. La clase de activos siguió experimentando salidas, aunque los diferentes segmentos del mercado tuvieron un resultado mixto. Los fondos en moneda fuerte registraron su primer mes de entradas en más de un año, mientras que el segmento local del mercado siguió registrando salidas2.
Perspectivas:
Las valoraciones de la deuda de los mercados emergentes siguen siendo atractivas y los activos de mercados emergentes son baratos. Las tires reales en los mercados emergentes están cerca de sus máximos durante una década y la inflación sigue bajando, lo que deja margen para que los bancos centrales realicen nuevas bajadas de tipos de interés. La mejora de las perspectivas de crecimiento mundial, especialmente en los mercados emergentes, proporcionará apoyo a los activos de estos mercados, incluso a pesar de que las tires estadounidenses se mantengan en niveles elevados durante más tiempo. Los activos locales, en particular las divisas, constituyen un segmento atractivo entre la clase de activos, mientras que los diferenciales de crédito soberano y corporativo son en general estrechos y ofrecen poco potencial alcista adicional. No obstante, los diferenciales crediticios más altos, especialmente, aquellos ajenos al índice de referencia, presentan interesantes oportunidades de inversión. En los primeros dos meses de 2024 se han materializado diversas reformas y se han producido cambios de dirección política, creando interesantes oportunidades de inversión, al tiempo que se ha ampliado el panorama de inversión de los mercados emergentes. La selección de países sigue siendo crucial para descubrir valor, en especial, conforme los mercados globales sigan de cerca el próximo movimiento de política monetaria de la Reserva Federal.
Crédito corporativo
Análisis mensual:
En el mes de abril, los diferenciales de crédito 'investment grade' europeo se estrecharon y obtuvieron un peor comportamiento que sus homólogos estadounidenses. El sentimiento del mercado de crédito se vio impulsado por las perspectivas crecientes de que un “no/soft landing” sea el entorno económico más probable en el que tengan que operar las compañías, respaldado, además, por la falta de compromiso de los bancos centrales para flexibilizar la política monetaria. Las tensiones geopolíticas aumentaron a medida que el conflicto de Oriente Medio se intensificaba a principios de mes. Sin embargo, la limitada respuesta de Israel al ataque dron de Irán se consideró como una desescalada de la situación. Los resultados trimestrales correspondientes al primer trimestre siguen mostrando signos limitados de estrés en los modelos de negocio, respaldados por equipos directivos que han llevado a cabo estrategias de bajo riesgo. Por su parte, las fusiones y adquisiciones corporativas siguen concentrándose en sectores que se habían visto favorecidos tanto por la COVID-19 como por la disrupción en la oferta, en particular, los sectores de energía, minería, farmacéutico, sanitario y tecnología. Las operaciones no son estructuradas para incrementar significativamente el apalancamiento, lo cual se considera positivo para los titulares de bonos3.
El comportamiento de los mercados de crédito “high yield” estadounidense y global se ralentizó en abril ante la subida de las tires de crédito soberano en Estados Unidos y Europa, mientras que las valoraciones en el segmento de menor calificación del mercado de crédito “high yield” se ajustaron adecuadamente para reflejar un alto riesgo de crédito. La ratio de endeudamiento en el segmento de crédito “high yield” subió durante el mes de abril ante la debilidad idiosincrásica de los beneficios y la discusión y ejecución en curso de los ejercicios de gestión de pasivos. En este contexto, la actividad permaneció alta en el mercado primario, ya que los emisores continuaron abordando agresivamente los vencimientos a corto plazo. Finalmente, el comportamiento por segmento de calificación fue mixto durante el mes de abril donde el segmento de menor calidad obtuvo en general una rentabilidad negativa relativa4.
El mercado de bonos convertibles globales experimentó un gran número de ventas al igual que otros mercados de riesgo en el mes de abril ya que los datos de inflación fueron más altos de lo esperado y los comentarios de los responsables de la Reserva Federal reflejaron una mayor demora en el proceso de desinflación y la voluntad de mantener los tipos de interés en niveles máximos en varias décadas. Las tensiones geopolíticas en Oriente Medio también afectaron al comportamiento de los activos de riesgo. Durante el mes de abril, la clase de activos tuvo un mejor comportamiento que la renta variable global, aunque quedó por detrás de los bonos globales. El período de presentación de resultados corporativos y el mediocre comportamiento de la renta variable generaron un contexto desafiante para el mercado primario. En total, se compraron 3.700 millones de USD durante el mes, más de la mitad procedente de Japón, algo inusual para el mercado primario global de bonos convertibles5.
Perspectivas:
De cara al futuro, el escenario base del equipo sigue siendo optimista para el crédito, respaldado por las expectativas de un “no/soft landing” de la economía, las estrategias de bajo riesgo de las compañías, la política fiscal acomodaticia y el “momentum” positivo. Considerando las valoraciones de los diferenciales de crédito, el equipo percibe un mercado “fairly priced”, por lo que considera el “carry” como una atractiva oportunidad de rentabilidad. No obstante, dado el contexto de incertidumbre a medio plazo en torno a los fundamentales, el equipo tiene una menor confianza en el estrechamiento de los diferenciales.
El equipo mantiene una perspectiva prudente para el mercado de crédito “high yield” a medida que avance el año hacia el segundo trimestre. El mercado de crédito 'high yield' se enfrenta a varios elementos de incertidumbre y posibles fuentes de volatilidad, como son: el camino que seguirá la política monetaria, las políticas fiscal y regulatoria de Estados Unidos, el mercado laboral, el nivel de consumo, y en última instancia, el crecimiento económico y la solidez de los fundamentales corporativos de los emisores de crédito 'high yield'. El crédito 'high yield' también se enfrenta a esta incertidumbre acompañado de una combinación única de tires históricamente atractivas y un diferencial medio próximo a mínimos del ciclo. Un análisis más exhaustivo de las valoraciones revela un mercado con amplia dispersión, bifurcación significativa y una continuación de las oportunidades tanto a nivel sectorial como de acciones.
El equipo sigue siendo optimista en torno al mercado global de bonos convertibles a medida que avanza el segundo trimestre de 2024. El equipo considera que los bonos convertibles globales ofrecen actualmente un perfil tradicional y equilibrado con un potencial al alza con el componente de renta variable y una mitigación de los riesgos a la baja con el componente de renta fija. Las nuevas emisiones en el primer trimestre de 2024 fueron sólidas y se espera que la emisión siga aumentando en 2024 a medida que las corporaciones se planteen refinanciar los bonos convertibles existentes y la deuda tradicional en el mercado de bonos convertibles, dado el entorno de tipos de interés relativamente altos. La combinación de un perfil de rentabilidades asimétricas más tradicional y la expectativa de un aumento de nuevas emisiones sigue resultando en una perspectiva optimista acerca de los bonos convertibles globales para 2024.
Titulizaciones
Análisis mensual: Los diferenciales de los bonos de titulización hipotecaria (MBS) de agencia estadounidenses se ampliaron 14 pb en abril hasta 153 pb, quedando por delante de los bonos del Tesoro estadounidense de duración comparable. Si bien casi todos los diferenciales de crédito se han estrechado, los diferenciales de las titulizaciones hipotecarias de agencia se ampliaron 14 pb más en 2024, mientras que los diferenciales de las titulizaciones hipotecarias de agencia con cupón también se ampliaron en lo que va de año. Las titulizaciones hipotecarias con cupón más alto superaron a aquellos de cupón más bajo y las titulizaciones hipotecarias de agencia 'passthrough' con cupón más bajo ampliaron la duración de tipos y diferencial. Las posiciones en titulizaciones hipotecarias de la Reserva Federal se contrajeron en 4.000 millones de USD en abril, hasta 2,38 billones de USD, y se sitúan en 355.000 millones de USD por debajo del pico de 2022. Las posiciones en titulizaciones de los bancos estadounidenses aumentaron en 3.060 millones de USD, hasta 2,54 billones de USD en abril, recuperando la tendencia al alza tras un ligero descenso en marzo. No obstante, las posiciones en titulizaciones hipotecarias de los bancos siguen alrededor de 457.000 millones de USD por debajo de los niveles de comienzos de 2022. Los diferenciales de crédito titulizado continuaron estrechándose en abril ya que la demanda siguió siendo muy sólida y todas las nuevas emisiones se suscribieron en exceso de forma consistente. Las nuevas emisiones titulizadas se mantuvieron altas en abril, aunque el aumento de la oferta sigue siendo absorbida con facilidad. En relación a otros sectores de renta fija, los sectores de crédito titulizados quedaron por delante de los bonos del Tesoro, los bonos agregados globales y estadounidenses, la deuda corporativa 'investment grade' estadounidense, las titulizaciones hipotecarias de agencia y la renta variable, entre otros.6
Perspectiva: Tras varios meses de estrechamiento de los diferenciales de los diversos productos titulizados, el equipo espera que los niveles actuales se estabilicen en mayo, ya que los diferenciales de crédito titulizado se están aproximando a los niveles de los diferenciales de las titulizaciones hipotecarias de agencia. En general, el nivel de la demanda sigue siendo sólido, pero el equipo cree que será desafiante tener un mayor estrechamiento de los diferenciales considerando los niveles actuales. Los sectores de crédito titulizado son de los sectores que mejor comportamiento han tenido en 2024, pero es de esperar que este comportamiento se normalice en los próximos meses. El equipo también cree que es posible que los tipos sigan evolucionando en una banda delimitada durante buena parte de 2024 y que la rentabilidad se derive principalmente del 'carry' procedente de los flujos de caja en los próximos meses. El equipo todavía considera que los niveles de los tipos actuales siguen siendo agravantes para numerosos prestatarios y seguirán erosionando los balances de los hogares, generando tensión en algunas titulizaciones (ABS) relativas al consumo, en particular, aquellas titulizaciones que atañen a prestatarios con rentas más bajas. Los inmuebles comerciales también siguen enfrentándose a obstáculos en vista de los tipos de financiación actuales y algunos sectores podrían experimentar bajadas de los ingresos operativos en 2024. Las oportunidades en crédito hipotecario residencial siguen siendo el sector preferente del equipo en este momento y es el único sector donde el equipo se siente cómodo a lo largo del espectro del crédito, dado que mantiene una mayor cautela acerca de las titulizaciones (ABS) y las titulizaciones hipotecarias sobre inmuebles comerciales (CMBS) de menor calificación. El equipo ha pasado de una visión neutral a otra positiva sobre las valoraciones de las titulizaciones hipotecarias de agencia, que constituyen uno de los pocos sectores que se han abaratado y mantenido su atractivo en lo que va de año frente a los diferenciales de crédito corporativo 'investment grade' y los diferenciales históricos de las titulizaciones hipotecarias de agencia.