Perspectivas
Serie sobre las elecciones presidenciales: las repercusiones de los planes fiscales y de gasto
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Market Pulse
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octubre 19, 2020
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Serie sobre las elecciones presidenciales: las repercusiones de los planes fiscales y de gasto |
Soy Jim Caron, gestor de carteras en Morgan Stanley Investment Management, miembro del equipo Global Fixed Income. Me gustaría dedicar una serie de audiocasts a las elecciones, tanto al periodo previo como al posterior.
Hoy quiero centrarme en los planes fiscales de Biden y de Trump.
Permítanme que comience con Trump. Creo que hablar sobre Donald Trump resulta menos interesante porque ya conocemos su plan fiscal: ya sabemos qué hace y es de esperar que, por lo general, sus planes sean similares a los actuales; habla sobre la posibilidad de bajar los impuestos y cosas similares.
Sin embargo, en vista de que Biden va por delante en las encuestas, creo que debemos dedicar algo de tiempo a conocer sus planes fiscales y de gasto. Vamos a ello. Parte de esta información procede de la propia campaña de Biden, parte viene de fuentes externas y solo se trata de cifras aproximadas.
Lo que Biden propone es, en lineas generales, unos 3,7 billones de dólares de nuevos impuestos repartidos a lo largo de un proceso presupuestario de 10 años, como hacen numerosos presidentes: miran a 10 años vista y plantean unos 7,9 billones de dólares de gasto nuevo para la próxima década. Por tanto, tenemos 3,7 billones de dólares de nuevos impuestos y 7,9 billones de dólares de gasto nuevo para los próximos 10 años. Hasta aquí, las cifras brutas.
Si los demócratas se hacen con el Senado y con la presidencia, lo más probable es que estas cifras caigan al entorno de los 1,9 billones de dólares de impuestos y los 3,5 billones de dólares de gasto nuevo. Si las sumamos al que prevemos que sea otro plan de estímulo que todavía se está debatiendo y que debería situarse alrededor de los 2 billones de dólares, el resultado sería que el déficit de Estados Unidos pasaría de 1,6 billones de dólares a 3,8 billones de dólares.
Esta evolución llevaría el déficit a lo largo de los próximos 10 años al entorno del 10% del PIB, una cifra sustancial. Sin embargo, hoy por hoy, parece que no solamente Estados Unidos acumula déficits cada vez mayores, sino también muchos otros países. Esta evolución será un problema.
Creo que Estados Unidos tiene el impulso para acumular déficit más rápidamente y en mayor medida, lo cual podría debilitar su moneda. Un dólar más débil es uno de nuestros temas de inversión claves. Si hay un tema de inversión clave que emplearemos para abordar el ciclo electoral en curso, es que, gane quien gane, habrá más gasto y eso implicará déficits mayores. Es posible que el dólar cargue con el peso de esa evolución, pues es probable que la Reserva Federal mantenga los tipos relativamente bajos.
Más concretamente en el ámbito fiscal, Biden propone trasladar el tipo superior a los dividendos y las plusvalías al 43,4%. Se trata de una cifra significativa, pues en la actualidad es del 23,8%; implicaría un fuerte aumento. Para los contribuyentes que más pagan, propone subir el impuesto sobre las rentas del trabajo y los ingresos al 55%. Esta sería otra de las repercusiones de una subida de impuestos.
Claramente, estas alzas podrían distribuirse, pero no entraré en quién las pagará: solo se trata de cifras brutas. Si pensamos en cómo el mercado interpreta esta situación, si nos fijamos en los mercados de mayor riesgo, en las bolsas, en el high yield, veremos que estos mercados evolucionan adecuadamente.
Entonces, ¿se trata de algo positivo? ¿Las personas lo han entendido realmente y lo ven como algo muy positivo o simplemente no les importa? Hay algunas cosas que deberíamos analizar porque sí creo que hay algo de riesgo en torno a algunos de estos planes.
En primer lugar, muchos dicen cosas como "no hay de qué preocuparse: la mayor parte de su programa no saldrá adelante, no creo que el Senado vaya a aprobar esto o aquello y, en cualquier caso, no será para tanto". Sin embargo, debemos recordar que subir los impuestos es un componente muy importante de las propuestas de Biden y Harris. Yo creo que es de esperar que lleven a cabo su alza fiscal más pronto que tarde, a finales de año, más que en 2022.
Sin duda, puede producirse una aplicación gradual de su reforma fiscal, pero podría llegar más pronto que tarde, al igual que hizo Trump en su primer año de mandato: aprobó su plan fiscal justo a finales de año. Parte del programa podría ser retroactiva, otro elemento en que debemos centrarnos.
De manera similar, cuando pensamos en la legislación, hay quien dice cosas como "bueno, eso dañará el mercado de valores, así que no se llevará a cabo". Sin embargo, debemos entender que no todo el mundo ve la economía desde el punto de vista de los mercados bursátiles. De hecho, Biden se ha mostrado muy crítico con esa visión. Así pues, yo creo que las acciones importarán. Creo que el high yield, los activos financieros y similares importarán. Yo utilizo la renta variable como una visión general de los activos más arriesgados del mercado.
Está la creencia de que existe una brecha de desigualdad en términos de riqueza y que las ganancias deben repartirse de manera más general. Por tanto, que el mercado suba no es necesariamente una medida del éxito. En esto radicaría una importante diferencia entre los programas de Biden y Trump. Por tanto, yo diría que puede que haya más riesgo del que se aprecia en los mercados en este momento. Esa sería mi conclusión.
En vista de algunos de estos planes y propuestas, si los demócratas ganan, no basta con decir "no pasa nada, el crecimiento global es bueno". Sí pienso que el crecimiento global es bueno, que lo será en 2021 y que habrá un impulso para toda esta situación. Espero también que se logre un mayor control del virus, lo cual también sería muy positivo. Sin embargo, también creo que puede haber momentos sorprendentes cuando conozcamos los resultados de las elecciones —si los demócratas ganan— y sus repercusiones concretas más allá de las promesas de campaña.
Se trata de un aspecto que no creo que los mercados tengan del todo presente en este momento. No es que esté en desacuerdo con el precio de mercado; lo que digo es que debemos estar preparados para algo de volatilidad de cara al futuro.
Permítanme que concluya diciendo que nuestro mayor tema en torno a esta situación, gane Trump o gane Biden, es el debilitamiento del dólar: si hay un tema macro que aprovechar de la expansión del déficit fiscal y presupuestario es la probabilidad de un dólar más débil.
La próxima semana, les ofreceré más novedades. Hasta entonces. Muchas gracias.
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Managing Director
Global Fixed Income Team
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