Perspectivas
Remuneración de los directivos: “enséñame los incentivos y yo te enseñaré el resultado”
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Global Equity Observer
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noviembre 27, 2023
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noviembre 27, 2023
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Remuneración de los directivos: “enséñame los incentivos y yo te enseñaré el resultado” |
El capitalismo moderno sufre del problema “principal-agent" por los diferentes intereses de los propietarios de activos frente a los ejecutivos de las empresas que los gestionan. El ámbito de la remuneración de ejecutivos, con sus complejos paquetes de bonificaciones y acciones por objetivos, ha tratado de evolucionar para ajustar los intereses de las dos partes.
El sector de pagos sin duda ha conseguido elevar las recompensas para los consejeros delegados, quienes según Economic Policy Institute reciben una remuneración 344 veces mayor que las de un trabajador habitual, lo cual contrasta con las 21 veces de 19651. Nosotros diríamos que aún quedan avances hasta llegar a igualar esta remuneración extra de los ejecutivos con una mejor alineación de los intereses.
Como inversores a largo plazo, queremos que las compañías de nuestros clientes posean planes que alienten una filosofía a largo plazo frente al oportunismo a corto plazo. A fin de cuentas, estamos de acuerdo con la afirmación de Charlie Munger de que los incentivos determinan los resultados. Nuestro temor es que unos incentivos equivocados, por ejemplo, un hincapié excesivo en los beneficios por acción (BPA), puedan animar a los equipos directivos a tomar decisiones que impulsen las ganancias a corto plazo, pero a costa de la capacidad de las compañías de revalorizarse y potenciar sus beneficios a largo plazo. Así podría ser si una compañía de consumo decide recortar su publicidad o llevar a cabo grandes adquisiciones que, si bien podrían “inflar la compañía”, por ejemplo, al impulsar los BPA a corto plazo, conlleven el despliegue de una gran cantidad de capital a rentabilidades muy bajas. Sin embargo, cuando la remuneración se gestiona de manera eficaz, sincroniza las conductas de los responsables de la toma de decisiones con los objetivos de la compañía, alentando mejores resultados y beneficios a largo plazo para los accionistas.
Como resultado, nos tomamos el proceso muy en serio, utilizando nuestro marco de puntuación “Pay X-Ray” para evaluar mecanismos de remuneración, implicándonos con los consejos para mejorarlos y votando en su contra cuando las estructuras no nos satisfacen. Nuestros intentos de cambiar los mecanismos de pago en beneficio de los accionistas cuentan con el respaldo de nuestro equipo capacitado y las concentradas posiciones a largo plazo en las compañías que abarcamos. Esto nos permite invertir el esfuerzo y el tiempo necesarios para mejorar los mecanismos de pago y acceder a los consejos de administración para justificar nuestras posturas. Contamos con un amplio historial de éxitos, a menudo, tras años de discusión, lo cual demuestra que la perseverancia puede dar sus frutos. A fin de cuentas, llevamos más de 20 años hablando con las compañías sobre cómo incentivan a sus ejecutivos, desde mucho antes de que saliera a la luz el concepto de la inversión consciente con factores medioambientales, sociales y de gobierno (ESG).
Plantear las preguntas correctas
Si bien no existe una fórmula mágica que se pueda aplicar de manera uniforme a compañías de todos los sectores e industrias, hemos establecido algunos principios basados en nuestra amplia experiencia de implicación con las compañías acerca de la remuneración, a cargo del equipo de inversión. Nos decantamos por los sistemas de incentivos que alinean los objetivos e intereses de los accionistas y que se estructuran sobre objetivos de rendimiento sensatos y disciplinados que no se pueden manipular fácilmente a corto plazo. Más allá de los datos técnicos de cada indicador, las preguntas fundamentales que los inversores deberían plantear son:
Analizar la remuneración con Pay X-Ray
Creamos “Pay X-Ray” hace algunos años como marco para llevar a cabo un análisis integral y riguroso de los mecanismos de cada compañía. Utilizamos proveedores de datos sobre delegación de voto como recursos para nuestras iniciativas, pero en ningún caso nos vinculan sus recomendaciones, dado nuestro profundo conocimiento de las compañías y sus equipos directivos. “Pay X-Ray” divide el detalle de la puntuación de los mecanismos de las compañías en los cuatro conjuntos que se muestran a continuación.
La implicación del equipo de inversión y los votos son herramientas cruciales
Buscamos compañías para conseguir una puntuación positiva en nuestro “Pay X-Ray”, pero también con señales de mejora. Los resultados nutren nuestra implicación con las compañías. Hasta el 25% de nuestros diálogos con las compañías desde comienzos de año (a 30 de septiembre de 2023) han abordado conservaciones sobre la remuneración de los ejecutivos. Como mencionábamos, tenemos el privilegio de acceder a los equipos directivos en vista de los significativos volúmenes que gestionamos en nuestras concentradas carteras: en nuestras carteras globales, mantenemos al menos el 0,5% de los activos en libre circulación de las compañías en el 70%-85% de las posiciones de nuestras estrategias.
Además de hablar con las compañías sobre remuneración, votamos al respecto. En el primer semestre de 2023, votamos acerca de 244 propuestas sobre remuneración relativas a 78 de las compañías que mantenemos en las estrategias que gestionamos. Votamos en contra de 51 de ellas (el 21% de las ocasiones). Además, en el 47% de las ocasiones votamos en contra de la dirección al menos acerca de una propuesta sobre remuneración (37 compañías).
Los votos más habituales y a menudo de perfil alto implican aprobar la remuneración de los ejecutivos de la compañía; pueden referirse a casos concretos o al conjunto del equipo directivo, en función de la jurisdicción de la compañía. En vista de los altísimos importes que se manejan, creemos que la cantidad de la remuneración se tiene que evaluar tanto en términos absolutos como con respecto a los objetivos indicados. Se plantearon 79 propuestas de este tipo en las compañías que mantenemos en todas nuestras estrategias en el primer semestre de 2023 y votamos en contra de 35 de ellas (el 44% de las ocasiones).
No restringimos nuestras votaciones a los planes de remuneración. Si, después de haber votado en contra de una propuesta de remuneración, queremos subrayar nuestra opinión, también podemos, por ejemplo, votar en contra de la elección de los miembros del comité. En los primeros seis meses de 2023, votamos en contra de la elección del presidente del comité de remuneración de tres compañías por las dudas sobre sus planes de retribución. En el caso de una de esas compañías, fuimos más lejos: también votamos en contra de la elección de dos consejeros que eran miembros del comité de remuneración.
La remuneración es un instrumento fundamental a la hora de incentivar a los equipos directivos para que trabajen en aras de los intereses a largo plazo de una compañía y sus accionistas, dado el problema “principal-agent”. Así pues, es clave para que los consejos y los equipos de dirección acierten en ese sentido y para que los inversores activos a largo plazo pidan cuentas a los consejos de las compañías por sus acciones a través de un programa de seguimiento, implicación y votación. Esta es la razón por la que nos tomamos tan en serio nuestras responsabilidades fiduciarias en este sentido.
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Managing Director
International Equity Team
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