Perspectivas
Cambio climático: una cuestión de todos
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Global Equity Observer
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febrero 23, 2022
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Cambio climático: una cuestión de todos |
El cambio climático es cosa de todos. Tras haberse implicado sobre esta cuestión con el 95% de las compañías de sus estrategias globales, el equipo International Equity aborda que las compañías asuman su responsabilidad sobre cambio climático.
En 2021, lanzamos un programa de implicación en materia de carbono en todas nuestras estrategias globales con el objetivo de valorar los riesgos y las oportunidades climáticas de cada posición, comprender sus perfiles climáticos y promover mejoras. Iniciamos dicho programa para determinar la resiliencia de nuestra cartera ante un futuro con bajas emisiones de carbono. Nos reunimos con el 95% de todas las compañías que mantenemos en nuestras estrategias globales, un nivel muy por encima de la media del sector en cuanto a implicación con empresas (según un informe reciente de Principios para la Inversión Responsable, que cuenta con el respaldo de las Naciones Unidas y que sugiere que el nivel medio es tan solo del 19%).1
Los resultados que hemos obtenido han sido positivos. Seis de cada siete compañías de las que invertimos que en un primer momento carecían de objetivos climáticos se disponen bien a establecerlos o aplicarlos, y nueve compañías mejoraron sus metas actuales hasta la neutralidad en cuanto a emisiones de carbono o unas emisiones netas de cero. En general, a comienzos de 2021, una media del 54% de las posiciones de todas nuestras estrategias globales habían establecido objetivos, al menos, de cero emisiones netas. Para finales de año, esta media había subido al 71%. Por otro lado, según un informe de la Universidad de Oxford2 sobre las 2000 compañías de la lista de Forbes a escala global, solo un 21% cuenta con objetivos de cero emisiones netas.
El cambio climático es en la actualidad cosa de todos. El Informe del Grupo de Trabajo I del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre las bases físicas del cambio climático mantiene que todavía es posible limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, pero solo si el mundo actúa de manera inmediata.3 En nuestra opinión, atajar el cambio climático no es solamente lo correcto, sino que además tiene pleno sentido desde el punto de vista económico. Nuestro mensaje para las compañías con que nos implicamos es claro: no abordar la cuestión de las emisiones de carbono supone actualmente un riesgo. Las compañías se enfrentan al peligro de que sus emisiones sean reguladas y tengan que pagar impuestos por ellas, lo que pone en riesgo su posición competitiva, sus activos físicos, su reputación, sus beneficios, su valoración y puede que incluso su futuro.
Para los inversores, evaluar el riesgo que plantean las emisiones de carbono de las compañías forma parte del proceso a la hora de analizar y seleccionar acciones. La información de alta calidad pertinente a las compañías que buscamos solo se puede obtener implicándose directamente con ellas, no a través de terceros. La implicación es la seña de identidad de nuestro proceso integrado de inversión basado en cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno (ESG). En total, nos reunimos con compañías en 143 ocasiones al respecto de cuestiones ESG en 2021. En nuestras interacciones con las compañías, no intercambiamos información de manera mecánica, celebrando reuniones anónimas en grupo o manteniendo conferencias rápidas, pues preferimos diálogos personales con los equipos directivos y los especialistas en ESG sénior de las compañías. Por nuestras dimensiones y nuestros prolongados periodos con posición, tenemos el lujo de contar con un acceso excelente. Aunque siempre habrá una o dos compañías con las que resultará complicado reunirse, nos enorgullece afirmar que nos reunimos prácticamente con todas nuestras posiciones globales solo para abordar la cuestión del carbono en 2021.
Implicación específica para promover resultados
El tipo de implicación a la que aspiramos varía en función de la matriz de madurez climática de cada compañía; puede ser contribuyendo a iniciar su andadura hacia la reducción del carbono, procurando una mejora de la transparencia y la adopción de responsabilidades o cuestionando objetivos bien intencionados que podrían carecer de caminos creíbles. En el caso de aquellas compañías que van por el buen camino en cuanto a provisión de información, objetivos y actuaciones, utilizamos nuestras interacciones tanto para seguir su evolución como para fomentar que prosiga su liderazgo.
Los resultados a los que aspiramos —o los riesgos— varían de un sector a otro. Tras nuestra primera reunión específica sobre el carbono con una compañía industrial/tecnológica de calidad en la que invertimos que en un primer momento carecía de objetivos al respecto, sus responsables nos invitaron a abordar con ellos y con un consultor nuestros puntos de vista sobre prácticas óptimas y expectativas de los inversores. A su vez, esto les permitirá formular su estrategia de carbono, resultado que, a nuestro juicio, demuestra la eficacia de una implicación específica.
En otro sector, con una compañía de información crediticia del consumidor en la que invertimos, cuestionamos por qué no se incluían objetivos medioambientales y sociales en los incentivos de su dirección. Sus responsables reconocieron que las circunstancias están cambiando y nos informaron de que se trata de una cuestión que se está debatiendo activamente de forma interna. En línea con el tema del cambio de las circunstancias, en el contexto de las emisiones de Alcance 1, preguntamos cómo medían la huella de CO2 del personal que está trabajando desde casa y el impacto de un modelo de trabajo posiblemente diferente de cara al futuro. También les cuestionamos las ventajas de contar con centros de datos en Texas dado que la calefacción y la refrigeración son un componente significativo de sus emisiones. También se están planteando activamente su postura en este sentido.
La implicación no solamente consiste en cuestionar políticas u objetivos, sino también en analizar oportunidades relacionadas con el clima. Puede que a este respecto todavía quede para lograr resultados positivos dado que algunas iniciativas son relativamente recientes, aunque bien podrían resultar más significativas en el tiempo. Los responsables de uno de los grupos de mercados globales líderes en los que invertimos consideran que los cambios reglamentarios son positivos y que "están apareciendo proyectos nuevos relativos a este ámbito en todas partes". De esta forma, consideran hallarse en una situación óptima para crear productos que negociar en mercados regulados.
Para otra de las compañías en las que invertimos (una consultora de dirección de empresas líder del sector), sus alianzas con numerosas compañías líderes a escala global, en combinación con una base de clientes que en algunos casos también forma parte de su red de suministro, la sitúan en una posición única para avanzar en iniciativas sostenibles. En cuanto a sus proveedores, en el marco del objetivo de la compañía de alcanzar cero emisiones netas para 2025, aspira a que el 90% de sus proveedores clave comunique sus objetivos medioambientales. Al respecto de alianzas, en un negocio conjunto con la compañía de software líder en todo el mundo, la empresa está ayudando a compañías de suministros y energía del Reino Unido a transformar el sistema energético y reducir el coste de descarbonizar la oferta y la demanda de electricidad en el Reino Unido, todo ello sustentado por datos abiertos, inteligencia artificial y una mano de obra dotada de habilidades digitales. En nuestra implicación con la compañía, preguntamos por qué no se incluían objetivos medioambientales en los incentivos de la dirección, cuando la diversidad y la inclusión sí se incluyen. Sus responsables tomaron nota de nuestra sugerencia para abordarla internamente.
El futuro del programa
Una vez finalizada la primera fase de nuestro programa, nuestro plan para 2022 consiste en continuar abogando por resultados mejores en cuatro ámbitos fundamentales: (i) optimización de la transparencia y la provisión de información; (ii) fortalecimiento de objetivos de cero emisiones netas y adopción de objetivos con base científica y en cuanto a emisiones de Alcance 3, en los casos en que se carezca de ellos; (iii) mejora de la conformidad de los incentivos de los equipos directivos, promoviendo que se vinculen los objetivos medioambientales y sociales a la remuneración de los ejecutivos a fin de promover su cumplimiento; y (iv) traslado del foco hacia soluciones basadas en la naturaleza y al riesgo de los activos físicos.
El cambio climático no es algo que solo pueda atajar una persona o un grupo reducido, sea cual fuere su determinación o su compromiso; sin embargo, lo que podemos hacer es seguir pidiendo que las compañías en las que invertimos asuman su responsabilidad en este sentido, promoviendo y propiciando el cambio.
Lo que no cambia nunca es nuestro incesante enfoque hacia poseer compounders de alta calidad con valoraciones razonables. En repetidas ocasiones durante los últimos 25 años, invertir en compañías con estas características ha resultado positivo en momentos difíciles: desde el auge y la caída de las “punto com” a comienzos de siglo y recesiones económicas hasta, más recientemente, la pandemia global. Han demostrado su resiliencia relativa cuando más se ha necesitado. Los sólidos factores económicos subyacentes que valoramos —el aumento sostenido de los beneficios a lo largo del tiempo con elevados retornos sobre el capital operativo— son los fundamentales de alta calidad que, como seguimos creyendo, contribuirán a fijar el mejor camino para lograr unas rentabilidades atractivas a largo plazo.
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Managing Director
International Equity Team
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Head of ESG Research
International Equity Team
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Executive Director
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